5 consejos para mantenerte hidratado durante el verano
Por Mílitza Zúpan
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Las altas temperaturas del verano vienen acompañadas de amenazas para tu salud, como el riesgo de deshidratarte y enfermar gravemente. Y no estamos exagerando: los Centros para el control y la Prevención de Enfermedades estima que más de 600 personas mueren cada año a causa del calor extremo.
Las muertes y enfermedades relacionadas con el calor se pueden prevenir, el primer paso es mantenerte hidratado. Si bien las personas con más riesgo de sufrir una deshidratación y enfermar son los mayores de 65 años, los niños menores de dos años y aquellos que padecen enfermedades crónicas, nadie está exento.
El agua estimula el estado de ánimo, ayuda al cuerpo a funcionar correctamente y elimina el exceso de toxinas y es esencial para sobrevivir: el 60% del cuerpo humano está compuesto de agua. Cuando pierdes más líquido del que ingieres y tu cuerpo no tiene suficiente agua para llevar a cabo sus funciones normales, te deshidratas.
Fatiga, pérdida del apetito, piel enrojecida, intolerancia al calor, mareos y tos seca son algunos señales de deshidratación y, si no tomas medidas, puedes necesitar atención médica inmediata. La cantidad de agua que necesitas puede ser aún mayor cuando hace calor, pero si sigues estos consejos podrás mantenerte hidratado.
1. Toma suficiente agua
Suena obvio, pero este consejo es vital. Aunque la recomendación general es tomar ocho vasos de agua al día, la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM, por su sigla en inglés) dice que deben ser 3,7 litros de líquido para los hombres y 2,7 litros para las mujeres, aproximadamente.
Una forma de asegurarte de que estás bien hidratado es observar tu orina. Si es amarilla clara o pálida, indica que todo está bien. Pero si es amarilla oscura, necesitas hidratarte ya: tómate uno o dos vasos de agua.
La sed no es un indicador que te ayude a prevenir, al contrario. Cuando sientes sed, ya estás deshidratado y debes haber perdido entre el 1% y 2% del contenido de agua de tu cuerpo. Según la Clínica Cleveland, con ese nivel de pérdida puedes experimentar problemas cognitivos, como el estrés, la agitación y el olvido.
Toma pequeños sorbos a lo largo del día. Ten una jarra de agua extra en el refrigerador. También puedes agregarle sabor y nutrientes adicionales echándole trozos de limones frescos, limas, pepino o menta.
Así sientas calor y sepas que necesitas hidratarte constantemente, es común que se te olvide. Cuando salgas de casa, llevar una botella de agua contigo. Si no sales, mantén la botella visible o por una nota de recordatorio en tu refrigerador o en tu mesita de noche.
4. Come alimentos que hidratan
Hasta el 20% del agua que tenemos en nuestro cuerpo proviene de lo que comemos, de acuerdo a la Clínica Mayo. En el verano, consume alimentos como bayas, apio, pepinos, fresas, espinacas, lechuga, calabacín (zucchini) y, especialmente sandía: contienen 90% de agua.
No todas las bebidas son buenas para hidratarte, de hecho, algunas pueden causar el efecto contrario. Las bebidas que contienen alcohol o cafeína (café, té, gaseosas) no se recomiendan para hidratar porque sus componentes tienden a sacar el agua del cuerpo y promueven la deshidratación.
Los CDC recomiendan evitar también las bebidas muy azucaradas, ya que esto pueden hacer que pierdas más líquido corporal. Tampoco consumas bebidas muy frías durante el calor extremo, ya que pueden causar calambres estomacales.