El cardo mariano es originario de Europa, de la región del Mediterráneo, pero ahora crece en todo el este de Estados Unidos y en California, Sudamérica, África, Australia y Asia. Sus hojas y flores se comen en ensaladas y las semillas tostadas se consumen como sustituto del café. A éstas se le atribuyen varias propiedades curativas. ¿Cuáles son las reales según la ciencia?
Bueno para la diabetes
Su componente activo es la silimarina, una mezcla compleja de flavonoides. Si se toma un suplemento con esta sustancia (Livergol, Goldaru Herbal Products Pharmaceutical Company) 140 mg, 3 veces al día durante 45 días, se reduce la glucemia en ayunas en un 11% y la insulina en un 14%; y mejora la resistencia a la insulina. Tras tomarlo por varios meses, se reduce la glucemia en personas con diabetes tipo 1.
Se comprobó que un extracto de cardo mariano conteniendo silimarina, de 140 mg por vía oral 3 veces al día más un medicamento antialérgico durante un mes, fue más eficaz para reducir la gravedad de los síntomas de rinitis alérgica que el fármaco solo.
Mejoras en personas con Alzheimer
Si se toma un suplemento de cardo mariano durante un lapso de entre 3 meses y 2 años, mejora la función mental en personas con Alzheimer. Esta enfermedad no tiene cura, pero algunas medidas pueden mejorar la calidad de vida de quien la padece. Lo mejor es consultar con el profesional de salud.
Alivia la hepatitis
Los síntomas como ictericia y orina oscura debidas a la hepatitis, pueden disminuir su intensidad con un extracto de cardo mariano, según estudios existentes, pero no mejora la función hepática.
Contra el mal de Parkinson
El poderoso componente denominado silimarina tendría un efecto neuroprotector para detener la muerte de las neuronas dopaminérgicas, las que mueren en el mal de Parkinson y causan los problemas motores de la enfermedad, según una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizada en 2015.
¿Contra el cáncer de colon?
Una investigación presentada en 2014 reveló que la silibinina del extracto de cardo mariano actuaría contra las células cancerosas sin dañar las células sanas, quitándole poder al tumor. Desde entonces, se está investigando su potencial.
Mejor función hepática en la cirrosis
Se halló que tomar un extracto de cardo mariano de 420 mg diariamente por hasta 4 años podría mejorar las pruebas de función hepática y disminuir la mortalidad en personas con cirrosis, aunque las mejoras son leves.
Menos colesterol y triglicéridos
Un producto específico llamado Berberol, PharmExtracta -que contiene extracto de cardo mariano y extracto de cúrcuma- si se toma 2 veces al día durante 6 meses, junto con la dieta y el ejercicio, atenúa los aumentos en los niveles de colesterol y triglicéridos en comparación con la dieta y ejercicio solo, en pacientes hipercolesterolémicos.
Un suplemento combinado de origen seguro puede reducir los síntomas menopáusicos como los sofocos y sudores nocturnos en un 73% y 69% respectivamente, y mejorar la calidad del sueño. La combinación incluye extractos de cohosh negro, dong quai, trébol rojo, ginseng americano y chasteberry. El efecto del cardo mariano solo no se conoce.
Alivio de la indigestión (dispepsia)
El cardo mariano podría mejorar los síntomas de la indigestión, tales como dolor, retortijones e inflamación.
Antes de tomarlo
El cardo mariano se vende en forma de cápsula oral, tableta, polvo y extracto líquido. Consulta con tu médico sobre la decisión de tomar un suplemento dietético, él podrá asesorarte sobre una opción confiable y además podrás protegerte de las interacciones con las medicinas que tomas.
Si tienes diabetes, utiliza el cardo mariano con precaución porque el suplemento podría reducir el nivel de azúcar en sangre. También existe la preocupación de que esta planta podría tener efectos sobre los estrógenos. Si tienes cáncer de mama, cáncer de útero, cáncer de ovario, endometriosis o fibromas uterinos, considera evitar el uso del cardo mariano.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.