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12 mitos sobre el cáncer cervical
Por HolaDoctor
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Un cáncer que afecta más a las hispanas
Cada año, se diagnostica a unas 11.000 mujeres con cáncer cervical. Y un alto porcentaje son hispanas. Según el National Latina Institute for Reproductive Health, la tasa de muerte en latinas es más alta porque se realizan menos examenes preventivos. Desterrar mitos ayuda a zanjar esa brecha de salud.
Mito 1. Este cáncer no se puede prevenir
La infección persistente por VPH (Virus de Papiloma Humano) es la condición para desarrollar cáncer cervical. Pero ahora, esta infección de trasmisión sexual se previene con una vacuna que, junto al control ginecológico, detecta a tiempo la displasia, una condición pre cancerosa tratable.
Qué es el cáncer cervical
El cáncer cervical o de cuello uterino ocurre cuando se desarrollan tumores malignos en la cérvix, la parte inferior del útero que comienza al terminar la vagina. Según el Instituto Nacional del Cáncer, la mayoría de los casos ocurren antes de los 55 años.
Mito 2. Si tienes VPH, tendrás cáncer
Aunque el Virus del Papiloma Humano es el principal factor de riesgo, la mayoría de las mujeres que tienen esta infección se curan sin desarrollar cáncer cervical. Controlar al VPH, vacunarse, y realizar un Papanicolau por año ayudará a detectar cambios en la cérvix mucho antes de que se desarrolle un cáncer.
Mito 3. Los condones protegen ciento por ciento contra el VPH
Un estudio de la Universidad de Washington indica que lo hacen en un 70 por ciento. El VPH se trasmite a través de relaciones sexuales, pero también por contacto íntimo con la piel de la persona infectada o por el sexo oral.
Mito 4. Si no tengo sexo, no necesito la vacuna contra el VPH
La penetración no es la única forma de contagio. Por eso la vacuna es necesaria. En 2006, la Administración de Drogas, Alimentos y Tecnología (FDA) aprobó el uso de la vacuna Gardasil en jóvenes de entre 11 y 13 años para prevenir el VPH.
Mito 5. Soy muy joven para tener cáncer
Es cierto que el promedio de edad para la aparición del cáncer cervical es de 48 años. Pero la displasia, la condición previa que, si no es tratada, puede transformarse en cáncer, suele aparecer hacia los 20 años, y aún en adolescentes. Nunca se es demasiado joven para prevenir, dicen los expertos.
Mito 6. La promiscuidad aumenta el riesgo
Tener muchas parejas sexuales es un factor de riesgo para desarrollar cáncer cervical. Pero miles de mujeres monógamas lo padecen. Lo esencial es realizarse controles periódicos y tener relaciones sexuales seguras.
Mito 7. No todas las mujeres necesitan un Papanicolau
Según el Centro de Cáncer de la Universidad de Michigan, una mujer debe realizarse el primer examen ginecológico a los 21 años o a los 3 años de haber tenido su primera relación sexual. Y aunque esté vacunada contra el VPH, debe hacerse un Papanicolau en forma regular.
Mito 8. El tratamiento de reemplazo hormonal aumenta el riesgo de cáncer
El cáncer cervical no reacciona ante hormonas del tipo que se consumen para disminuir los síntomas propios de la menopausia como los sofocones. Es decir que este tratamiento no aumenta el riesgo de cáncer.
Mito 9. La histerectomía puede causarme menopausia
La histerectomía es la extirpación de la cérvix y el útero para eliminar el cáncer, cuando éste está avanzado, explica el Instituto Nacional del Cáncer. Pero no se remueven los ovarios, por lo que no causa menopausia. Rara vez el cáncer cervical se expande a los ovarios.
Mito 10. El examen pélvico reemplaza al ginecológico
Ambos se complementan. El examen de Papanicolau recolecta células de la cérvix, que un laboratorio analiza, y el doctor examina las distintas partes del aparato reproductor femenino. Los dos examenes son necesarios para detectar cualquier anomalía.
Mito 11. El cáncer cervical no presenta síntomas
Según la Sociedad Americana de Cáncer, el dolor pélvico y los sangrados atípicos, fuera del tiempo del período menstrual o después de una relación sexual, son síntomas que ameritan una consulta médica porque pueden indicar alguna anormalidad en la cérvix.
Mito 12. El cáncer cervical es mortal
La supervivencia, si se detecta en forma precoz, es del 92 por ciento. Este número baja cuanto más tarde se diagnostique. Por eso, los examenes ginecológicos periódicos son esenciales para descubrir cualquier problema a tiempo... y así tener el tiempo necesario para curarse.