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11 comidas que nunca deberías refrigerar
Por mguzman@holadoctor.net
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¡Fuera de la nevera!
Refrigerar los alimentos es sin duda, una buena opción para mantener los alimentos frescos durante más tiempo. Sin embargo, algunos productos no deberían pasar al congelador ni siquiera de broma. A continuación una lista de las comidas que suelen, pero no deben almacenarse a bajas temperaturas.
¿Has notado que después de unos días en el refrigerador los tomates pierden su sabor y adoptan una textura pastosa? De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Agronómica esto se debe a que bajo temperaturas frías los niveles de los azúcares, ácidos y volátiles, componentes de su sabor, disminuyen notablemente.
Lo ideal
Lo que se recomienda en este caso es almacenar los tomates a una temperatura ambiente. Incluso, si los sacas del refrigerador pueden recobrar poco a poco los volátiles, según la investigación ya mencionada que fue publicada en la revista PubMed. Un día antes de consumirlos, se sugiere sacarlos del congelador.
Muchas personas suelen refrigerar este alimento, sobre todo, en época de calor para conseguir refrescarse un poco con su sabor, sin embargo, no es lo más recomendable. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de EU (USDA, por sus siglas en inglés) al hacerlo, las sandías pierden parte de sus propiedades antioxidantes.
No refrigerar
Según Desiree Nielsen, dietista registrada con sede en Vancouver, “los antioxidantes en estos alimentos son propensos a la degradación si no se almacenan adecuadamente”. Para conservar sus propiedades, ella aconseja dejar las sandías a temperatura ambiente y sólo si están rebanadas, deben cubrirse y meterse al refrigerador.
Tener las papas en el “refri” lo único que provocará es que se deterioren más rápido de lo normal y se afecte su sabor. En lugar de eso, se sugiere ponerlas sin lavar en una caja de cartón bien ventilada. Si las mojas antes de guardarlas, sólo propiciarás a que broten hongos.
4. Cebollas
Sólo en el caso que hayan sido peladas y cortadas pueden estar en el refrigerador, de lo contrario, las cebollas pueden transformarse en una fuente de bacterias, pues éstas suelen brotar en ellas con mayor facilidad y bajo este tipo de espacios.
Según explica The National Onion Association de EU, este tipo de alimentos deben estar en un lugar fresco, seco y bien ventilado, que no sea el refrigerador. Se sugiere guardarlos sin pelar, y para asegurar su vida útil deben estar expuestos al aire.
5. Café
Este producto, necesario para en el comienzo del día de muchas personas, puede perder su inigualable sabor si se encuentra en el congelador a bajas temperaturas. Además puede absorber los olores de los demás productos que también se encuentren almacenados.
Para evitar que suceda lo anterior, el café debe ser guardado en un recipiente hermético y en un lugar seco y fresco. Para que conserve su sabor y frescura, procura que esté en una zona con poca luz.
6. Ajo
Al igual que la cebolla, el ajo también puede convertirse en una rica fuente de moho para tu refrigerador. En su lugar, debe guardarse en una zona oscura y seca. A temperatura ambiente, puede conservarse durante varios meses.
Entre este producto derivado de las abejas y el congelador hay una gran enemistad que mucha gente desconoce. Y es que, se ha hallado que cuando la miel se encuentra a temperaturas bajas suele cristalizarse y volverse espesa con mayor rapidez.
Cómo cuidarla
La Asociación de Apicultores de Canadá recomienda mantenerla en un envase bien cerrado, a una temperatura ambiente y en un lugar seco. Gracias al PH y al azúcar que contiene, los microorganismos que se encuentran en la miel se mantienen controlados.
Lo único que hará la refrigeración en estos alimentos es retrasar su maduración. Así que si lo que buscas es que estén listos para comerse debes mantenerlos a temperatura ambiente.
9. Pan de caja
De acuerdo con el periodista de alimentos Mikel López, meter el pan al refrigerador es otro de los errores más frecuentes. “Al contrario de lo que parece, envejecen más rápido allí que en una panera en la alacena de la cocina”, comenta.
Si quieres conservar por más días estos alimentos, el comunicador, quien tiene una columna en el diario español El País aconseja “congelar el pan en rebanadas o en trozos pequeños e irlos descongelando en el tostador a temperatura ambiente”.
10. Chocolate
“Es otra víctima habitual del neverismo. Salvo que contenga un relleno lácteo o haga mucho calor, no hay ninguna necesidad de meterlo al frigorífico. Si pones allí unos chocolates o unos bombones verás que le sale una especie de capa blanquecina”, expresó Mikel.
Se trata de una hierba aromática natural que da sabores exquisitos a tus platillos. No obstante, al permanecer en el congelador, tiende a marchitarse más rápido de lo normal y puede convertirse en el refugio ideal de varios olores.