Once beneficios del ejercicio para tu salud

Cada que haces ejercicio tu corazón late con más alegría, pues la Biblioteca Nacional de Medicina señala que al hacer con frecuencia una actividad física tu corazón se fortalece y además de permitir bombear sangre de la mejor manera, se disminuye el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), se ha encontrado que la pérdida de peso y el ejercicio moderados, pueden prevenir o demorar la aparición de la diabetes tipo 2 en la población adulta de alto riesgo.

Si aún no te decides por ejercitarte, seguramente lo harás cuando te enteres que esta práctica acelera el paso de los desechos por los intestinos. Además, regula los niveles hormonales y puede contribuir a evitar el cáncer de mama.

Si otro de tus propósitos tiene que ver con estresarte menos, al hacer ejercicio puedes matar a dos pájaros de un tiro, ya que al practicar una actividad física se reduce el estrés, la ansiedad e incluso las fobias y los ataques de pánico. Además, es efectivo para los problemas de depresión. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.

Entonces deberás realizar ejercicio aeróbico, pues un estudio realizado por investigadores del Centro de Salud Cerebral de la Universidad de Texas, en Dallas, Estados Unidos concluyó que este tipo de actividad física ayuda en la memoria al reducir las consecuencias biológicas como las cognitivas del envejecimiento.

En el experimento se analizó el trabajo físico de varios adultos de entre 57 a 75 años. "Al medir el flujo sanguíneo cerebral no invasivo utilizando 'arterial spin labeling' (ASL) MRI, se pudo empezar a detectar cambios en el cerebro mucho antes", dijo Sina Aslan, colaboradora en el estudio.

Otro estudio reciente arrojó que los hombres que procuran hacer ejercicio podrían reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata y las probabilidades de una enfermedad agresiva entre los que ya padecen cáncer.

No obstante, una investigación encabezada por el Dr. Lionel Banez del Centro Médico de Asuntos Veteranos de Durham, comprobó que, en efecto, hacer ejercicio reduce posibilidades de padecer cáncer de próstata, pero sólo en las personas blancas, pues en las de raza negra no hubo asociación entre este mal y la actividad física.

Según el Centro Nacional de Información sobre Osteoporosis y las Enfermedades Óseas, al ejercitarse se alcanza una mayor densidad ósea que ayuda a fortalecer los huesos, lo cual es música para tus oídos, ya que previene la aparición de la osteoporosis, una afección en donde se debilitan tus huesos y pueden fracturarse.

Asimismo, tus músculos también gozan al ejercitarse, pues no sólo aumenta la oxigenación, tono fuerza y volumen, sino también se favorece la flexibilidad, la fuerza de los tendones y los ligamentos.

De acuerdo con la Fundación Estadounidense del Sueño, hacer ejercicio por la tarde puede contribuir a que tengas un sueño más profundo y un descanso reparador. Si eres de los que se tardan en dormir, ejercitarte reduce este tiempo, cuando menos te des cuenta, ya habrás caído en los brazos de Morfeo.

Hacer ejercicio de joven se puede ver reflejado cuando seas más grande. De acuerdo con el Estudio Longitudinal Inglés de Envejecimiento, al realizar una actividad física de manera regular sostenida durante cuatro años se multiplica por 7 la probabilidad de que tengas una vejez sana.

Después de leer esto, muchos correrán a ejercitarse. Tras estudiar a más de 31.000 hombres, investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard concluyeron que quienes se mantienen activos físicamente presentaban 30% menos de riesgo de disfunción eréctil, a diferencia de quienes hacen poca o nula actividad física.

Los niveles de actividad física se pueden dividir en 4 categorías: inactivo (no se hace ejercicio), moderadamente activo (se hacen actividades domésticas como cortar césped o usar escaleras), activo con ejercicio regular (con rutinas de actividad física de 30 a 60 minutos) y activo con ejercicio regular aeróbico (aumenta frecuencia cardiaca).

Si eres una persona inactiva puedes comenzar a ser más activo si incluyes algunas actividades en tu rutina, como caminar hacia el teléfono en vez de usar inalámbrico, usar en el trabajo escaleras en lugar de elevador, camina en vez de usar el auto y en lugar de pagarle al jardinero para cortar el césped, hazlo tú mismo.

No te vamos a obligar a que vayas al gimnasio o que te inscribas a un club de tenis. Para que comiences a ponerte en forma la entrenadora Erika Rosas Greenawat sugiere elegir una actividad saludable de tu agrado, como bailar, correr, manejar bicicleta u otras prácticas como Zumba, Insanity, Boot Camp y Crossfit. ¿Y tú, ya elegiste?

El objetivo de estas actividades es el de incrementar la frecuencia cardiaca entre el 50 y el 75%, esto con el objetivo de que tu corazón se fortalezca y pueda tener más capacidades de llevar más oxígeno a los músculos. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.

Cuando el ejercicio se hace correctamente representa pocos riesgos. No obstante, si tienes una enfermedad cardiaca o congénita o si sientes dolor fuerte en el pecho o cuello cuando te ejercitas debes consultar a tu médico, quizás se trate de un problema cardiaco serio.