El metabolismo son las reacciones químicas que transforman la energía que contienen los alimentos que ingerimos en el combustible que necesitamos para todo lo que hacemos. El aumento de peso o el no poder quemar las grasas puede estar relacionado con ciertos alimentos y hábitos "asesinos" del metabolismo.
1. Azúcar, ¡culpable!
Los alimentos que consumes día con día son capaces de matar el metabolismo a través de la alteración de los niveles tanto de hormonas como de orgánulos que hay en tu cuerpo. Por ejemplo, ¿sabías que las mitocondrias ven afectado su trabajo de servir como centros de energía del cuerpo gracias al exceso de azúcar?
Cuando una persona duerme lo suficiente, los ciclos naturales de nuestro cuerpo trabajan eficazmente para reducir la inflamación y quemar la grasa. De hecho, dormir también favorece a la producción de leptina moderada, un químico que ayuda a controlar nuestro nivel metabólico global.
Cuando hay estrés, los niveles de varias hormonas se incrementan, especialmente los del cortisol, el cual se encarga de preparar al organismo en situaciones de peligro. Aunque en cierta forma es natural, mostrar durante mucho tiempo altas dosis de cortisol suele afectar el ciclo de la quema de azúcar.
4. Toxinas
Las toxinas, incluyendo las que se encuentran en el medio ambiente y los alimentos procesados, generalmente no son bien manejadas por el cuerpo, pues abruman la capacidad del organismo para eliminar los productos químicos no deseados.
Cuando realizas ejercicio tu metabolismo se acelera y se mantiene así por un tiempo. Pero cuando eliges la vida sedentaria las capacidades de tu cuerpo para poder quemar grasa se reducen considerablemente. Además de cuidar tu metabolismo, ejercitarte ayuda en la prevención de diversas enfermedades.
Comer con prisa y sin un horario establecido puede acarrearte también trastornos a nivel metabólico, como puede ser aumento de peso, problemas cardiovasculares y hasta diabetes, de acuerdo con un estudio de la Universidad Vanderbilt en Tennessee.
7. Automedicación
De igual forma, consumir en forma desmedida diuréticos, laxantes y demás medicamentos para quemar grasa puede conducir también a un deterioro en el metabolismo. Incluso, podría provocar nerviosismo, dolor de cabeza, diarrea, trastornos respiratorios y sobrepeso.
Tomarse unas “copitas” de manera frecuente también acarrea problemas. Esto es porque al beber en exceso no se da tiempo a que la ADH y ALDH, dos de las enzimas más importantes en nuestro metabolismo hepático, trabajen de forma adecuada para transformar el etanol en una de las moléculas más amigables para el organismo.
9. La edad
Es inevitable, con el paso del tiempo las células del cuerpo metabolizan la energía con menor rapidez. De igual forma, la pérdida de la masa muscular también repercute en la reducción del ritmo metabólico. Ante esto, el Instituto Nacional del Envejecimiento sugiere llevar una buena alimentación y ejercitarse constantemente.
Algunas enfermedades, como el hipotiroidismo, contribuyen a un mal trabajo metabólico. Esta afección hace que la glándula tiroides no produzca demasiadas hormonas para controlar la forma de cómo cada célula del cuerpo usa la energía, lo que se traduce en un aumento de peso. Informa la Asociación Americana de Tiroides.
Cómo ayudar al cuerpo
Ejercitarse diariamente contribuye a disminuir la ansiedad y el estrés. Además, crea una demanda de energía, lo que a su vez hace que la insulina efectúe mejor su trabajo. Por otra parte centrarse en un equilibrio entre proteínas, grasas y carbohidratos permitirá incrementar el metabolismo.