Si hay un ingrediente que no debe faltar en tu cocina son las hierbas frescas: son económicas, saludables y dan un sabor único a tus platos. Una pizca es suficiente para reinventar una receta o dar un twist a una ensalada, una pasta o incluso una bebida. Además de su sabor y aroma únicos, muchas tienen propiedades para tu salud. Conoce aquí las mejores para sumar a la dieta:
Perejil
Una taza de perejil supera la cantidad de vitamina K que tu cuerpo necesita a diario. Además, es rico en miricetina, un flavonoide que según varios estudios, tiene propiedades contra el cáncer. Es el complemento perfecto del tabule y va muy bien con patatas asadas, granos, ensaladas, o agregándolo al finalizar tus cocciones.
Estragón
Con un sabor similar al del anís, el estragón es rico en magnesio, hierro y zinc. Por este coctel de nutrientes ofrece propiedades antioxidantes, digestivas y antiparasitarias. Los especialistas señalan que es es un maridaje ideal para el pollo y da un toque único a las pastas con champiñones y judías blancas.
Albahaca
La albahaca es tal vez es una de las hierbas más populares, y razones no faltan. Su aroma es inconfundible y su sabor es tan versátil que puedes usarla en platos mediterráneos, salsas para pastas, ensaladas, o como topping de pizzas. También es rica en polifenoles vegetales, compuestos que pueden prevenir algunas enfermedades crónicas.
Tomillo
Es fuente de vitamina C y, según diferentes estudios, su aceite podría tener propiedades antimicrobianas. Los profesionales recomiendan utilizar tomillo para darle sabor a sopas, caldos y guisos, o para acompañar verduras rostizadas y distintos tipos de frijoles.
Algunas personas lo confunden con el tomillo, pero el romero se parece a una ramita de pino. Los expertos informan que es una buena fuente de hierro, calcio y vitamina B6. Además, distintos estudios encontraron que puede impedir la formación de compuestos cancerígenos. Se lo recomienda durante la cocción o para sazonar.
Salvia
El sabor de la salvia es ligeramente amargo, aunque tiene tonos dulces y florales. También contiene flavonoides y polifenoles que sirven como antioxidantes. Se recomieda utilizarla para acompañar pastas, mantequillas compuestas, o postres, siempre al final de la cocción, ya que es una hierba muy delicada.
Cilantro
Amada y odiada por igual, es una hierba protagonista de muchos platillos mexicanos, indios y chinos. Al igual que la salvia, se aconseja añadirla a las comidas sobre el final de la cocción o una vez listas, ya que las altas temperaturas pueden arruinar su sabor y propiedades.
Eneldo
Su sabor es agridulce con un toque cítrico. El eneldo es una buena fuente de calcio, hierro, y combina bien con prácticamente cualquier plato. Úsalo en ensaladas, papas al horno, al hornear o hasta para realzar el sabor de un bagel con queso crema.
Orégano
El orégano es la hierba por excelencia de la cocina italiana. Aunque seguramente lo has usado seco sobre tu pizza, si lo pruebas fresco, te sorprenderá su sabor. Los especialistas aseguran que es demasiado picante para comerlo crudo, por eso, agrégalo en los últimos 15 minutos de cocción. Va bien con frijoles, aderezos con limón para ensaladas o una salsa marinara.
La menta se caracteriza por tener un sabor y aroma fuerte. Se usa para tratar problemas estomacales y algunas investigaciones sugieren que funciona contra el Síndrome del Intestino Irritable. Va bien en algunos platos, pero en bebidas como tés y jugos verdes, se destaca.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.