Si hay un órgano que merezca una mención honorífica ese sería el hígado. Además de transformar los alimentos en energía, eliminar el alcohol y las toxinas de la sangre, también es primero en soportar la presión cuando algo sale mal. Sin embargo, no solemos prestarle la atención que merece cuando elegimos comidas que son un gran peligro para él y para tu salud.
¿A quién no se le antoja un delicioso corte de carne de res? Aunque su sabor es inigualable, consumir con mucha frecuencia este alimento puede derivar en problemas en el futuro, cuando tu hígado ya no procese las proteínas de la mejor manera.
Además de ser altas en proteínas las carnes rojas también tienen niveles elevados de grasas, lo que significa una acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en tu hígado, algo negativo para tu salud a la larga. NO hay que olvidar que incluso los cortes más magros de carne tienen altos contenidos de grasa.
2. Alcohol
Uno de los productos más conocidos que pueden terminar con el hígado. Consumir alcohol en forma desmedida puede derivar en una inflamación que si no es atendida a tiempo puede cicatrizar y con el tiempo causar cirrosis, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina.
El hecho de tener un hígado muy resistente, capaz de regenerarse, no significa que sea invencible. Cada vez que el hígado filtra el alcohol que consumes algunas de sus células mueren, lo que dificulta a la larga su capacidad para reestablecerse, en especial, si tomas muy a menudo.
3. Comida rápida
¿Eres un gran amante de las hamburguesas o la pizza? Quizás deberías ser más selectivo luego de leer esto. Estas comidas contienen una mezcla de altos niveles de sodio y de grasas, que se pueden acumular en el hígado y causar un daño hepático.
Debido a sus altos contenidos de azúcares generan la sensación de más sed. Según el Dr. Nimer Assy, director de la Unidad Hepática en el Ziv Medical Center de Israel, las personas que beben más de un cuarto de litro de estas bebidas endulzadas al día pueden desarrollar enfermedad de hígado graso.
5. Proteínas
Según la Clínica Mayo, llevar a cabo una dieta elevada en proteínas aumenta el riesgo de mal funcionamiento hepático. El hígado tendrá que hacer un mayor esfuerzo para eliminar las toxinas que surgen cuando la proteína se digiere.
Consumir mucha sal puede causar que el hígado deje de producir proteínas como la albúmina, que ayuda a transportar muchas moléculas pequeñas a través de la sangre, entre ellas bilirrubina, calcio, progesterona y medicamentos. Juega un papel importante para impedir que el líquido de la sangre se filtre hacia los tejidos.
¿Cuánto consumir?
La cantidad recomendada al día de sodio es de 1,500 mg. No obstante, si se es mayor de 50 años, el consumo debe reducirse a 1.300 mg y a 1,200 cuando se rebasan lo 70 años de edad.
Si tomas analgésicos y antiinflamatorios de venta libre usualmente, debes saber que Fueron hechos para sanar algún problema en tu organismo y pueden arruinarte el hígado, sobre todo si se consumen mezclados mezclados con alcohol. Si necesitas calmar algún dolor, debes ser muy prudente en la cantidad que tomas al día. Habla con un medico antes si es posible.
Pitada tras pitada, no sólo tu pulmón se va consumiendo, sino también tu hígado, esto es debido a que las sustancias químicas presentes en los cigarros o cigarrillos son capaces de causar daños irreversibles en las células del hígado al afectar el proceso de estrés oxidativo.
9. Suplementos
Algunas investigaciones sugieren que los suplementos dietéticos o nutricionales pueden aumentar la producción de ciertas enzimas del hígado cuando se toma en cantidades excesivas. Otras veces, los suplementos están adulterados con químicos que afectan al hígado. Es importante informar al médico sobre todos los suplementos que estás tomando.
¿Sabías que exponerte a este producto químico a través de frutas, verduras y alimentos adulterados también puede dañar el hígado? Los residuos de pesticidas en ciertos alimentos son dañínos para la salud del hígado. Pela y lava muy bien todos los vegetales y frutas. Si es posible, compra orgánicos.
Mientras algunos alimentos simplemente “destruyen” tu hígado, otros te ayudarán a mantenerlo sano. Por ejemplo, se ha encontrado que las frutas que son altas en antioxidantes como las ciruelas pasa, la mora azul, fresas, naranjas, manzanas, y melones ayudan a eliminar los radicales libres permitiendo que este órgano funcione mejor.
¿Cómo cuidarme?
Tú tomas la decisión de hacer algo por tu salud de tu hígado, haz ejercicio regularmente, lleva una alimentación equilibrada y baja en sal, evita el consumo de alcohol y tabaco. Estas son sólo algunas claves que te ayudarán a mantenerte sano. Para más información, siempre acude a tu médico.