¿Sabes cómo “hackear” a tu cerebro?

Es una de las maquinarias más maravillosas, pero a su vez, una de más complejas, nos referimos al cerebro. Además de coordinar varios de los trabajos que se llevan en el organismo, es el responsable de la operación de ciertos pensamientos y actitudes que rigen el modo de actuar de las personas en su diario vivir.

Sin embargo, esta manera de operar no siempre suele ser motivo de orgullo para muchos, pues algunas conductas, en lugar de llevarlos a un fin positivo terminan por trasladarlos a un punto negativo y hasta destructivo. Por fortuna, poder manipular nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones sí puede ser posible.

Una de las maneras de lograrlo es a través del primado, un término que se usa en el campo de la psicología que corresponde a un fenómeno inconsciente que hace que nuestro modo de pensar se modifique debido al contenido de ciertos estímulos a nivel perceptivo, semántico o conceptual.

En un artículo publicado en Perspectives on Psychological Science, los investigadores Roberta Klatzky y J. David Creswell relacionaron tal hecho a eventos simples de la vida cotidiana, por ejemplo, se ha descubierto que al escuchar palabras relacionadas al envejecimiento una persona suele caminar más lento.

En tanto, también se ha encontrado que cuando una persona sujeta una bebida caliente mientras sostiene una charla con alguien más los sentimientos de calidez hacia el sujeto se incrementaban. Llevarlo al terreno personal para tu propio beneficio no es tan complicado como parece.

Usar palabras "gatillo" es una buena herramienta para cambiar tu forma de ser. Por ejemplo si buscas ser más productivo o ambicioso, tener en mente las siguientes palabras te vinculará más hacia este objetivo: hacer, realizar, importante, crear, proponer, motivar, entusiasmo y compromiso. Incluso puedes trazarte otras metas con otro vocabulario.

Si eres de aquellas personas que ante un rompimiento amoroso te hundes entre litros y litros de helado, seguramente habrás notado la facilidad con la que tus sentimientos pueden dominar sobre el modo en el que actúas. Por suerte, es posible compensar los diferentes estados emocionales y alterar tu estado de ánimo mediante la actuación.

Es un hecho, no puedes controlar tus emociones si es que no las comprendes, para eso, no hay nada mejor que tomar una clase de actuación. Quizás lo odies o quizás lo ames, pero incursionar en esta disciplina te permitirá experimentar más a fondo cómo y por qué sientes ciertas cosas.

Mantener en constante vigilancia tus emociones también te ayudará a corregir ciertas conductas, para ello registrar en un diario cada vez que experimentes una reacción emocional a algo te será de gran utilidad. El ejercicio que a continuación presentamos se usa en varios centros donde se trabajan emociones.

Puedes comenzar trazando una especie de tablero en una hoja de papel en donde destaques hechos, pensamientos y sentimientos. Por ejemplo, un hecho sería “ayer me emborrache”, el pensamiento: “me sentía sola porque mi novio me acababa de cortar”, y el sentimiento: “estoy frustrada y deprimida”.

Ya que se han ubicado qué sentimientos y pensamientos derivaron en el hecho, el siguiente paso será detectar el trasfondo de éstos, los cuales incluso podrían tener un origen que se remonte a varias etapas de la vida. Siguiendo el ejemplo anterior, el conflicto sería: “cuando era niña mi padre nos abandonó. A partir de eso, tengo miedo a estar sola”.

Una vez que se comprende el verdadero origen de un problema emocional, la siguiente misión será detectar cuando se activen aquellos sentimientos que deriven en una acción negativa, que en el caso mencionado, sería caer en el alcoholismo. Dar un buen encause a esto te permitirá no recaer a tales conductas.

Otra manera de corregir tu estado de ánimo es mediante el ensayo de ciertos gestos y caras. Puedes ensayar una sonrisa las veces que quieras hasta que inconscientemente te encuentres en este estado. Y es que, se ha encontrado que repetir algunas expresiones al final desembocarán en una genuina emoción.

Si quieres comenzar el día con una sonrisa de oreja a oreja, sólo debes de visualizar este gesto en tu mente. Según la psicóloga de la Universidad de Granada, Trinidad Aparicio, esto se logra gracias a que existen unas neuronas llamadas “espejo”, las cuales se activan cuando otra persona desarrolla la actividad que observa o en este caso la piensa.

La salud mental también es igual de importante como la salud física. Algunos de los tips que te presentamos podrían ayudarte a mejorar en algunos campos de tu vida. No obstante, si estás pasando por un mal momento emocional en el que incluso no comes o no duermes, recibir ayuda profesional sería lo primordial.