Nuestra boca está repleta de bacterias, en su mayoría inofensivas. Las defensas naturales del organismo y un buen cuidado bucal pueden mantenerlas bajo control, sin embargo, si no se lavan bien los dientes, pueden ocurrir infecciones, caries y enfermedades de las encías. Esto, además, puede tener repercusiones en todo el cuerpo.
La enfermedad de las encías suele deberse a la acumulación de placa, una sustancia pegajosa que contiene bacterias que se acumula en los dientes. Si no se elimina con un cepillo puede inflamar, infectar, o irritar las encías, lo que se conoce como gingivitis. Si se deja desarrollar puede ocasionar periodontitis, que debilita las estructuras de soporte de los dientes.
Además de una mala higiene bucal o de la acumulación de placa, existen otros factores que pueden dificultar la defensa contra las bacterias dañinas que se encuentran en la boca y favorecer el desarrollo de enfermedad de las encías. Por ejemplo, fumar, padecer niveles elevados de estrés, o tener una predisposición genética.
Los problemas por una mala salud bucal pueden afectar a casi la mitad de la población mundial, según informa la Organización Mundial de la Salud. La enfermedad de las encías es difícil de detectar ya que muchas veces causa poco o ningún tipo de dolor. Por ello, debes consultar a tu dentista si te encuentras con cambios de color en las encías, sangrando al cepillarte, mal aliento constante o dientes flojos.
Tal vez no lo sepas, pero nuestras encías puede ofrecer pistas sobre nuestra salud en general. Existen muchas evidencias que demuestran que la enfermedad de las encías no es solamente una situación desagradable. Puede ser responsable de una gran variedad de problemas de salud que no se limitan a la boca:
Peligro para el corazón
Existe un vínculo entre nuestro corazón y las encías que involucra a la inflamación. Esta es una forma de proteger al cuerpo frente a distintas amenazas, pero, durante períodos prolongados puede dañar tejidos y órganos. Es posible que bacterias bucales, como la Porphyromonas gingivalis, ingresen al flujo sanguíneo y sean propulsadas a destinas zonas, incluido el corazón, causando inflamación.
Disfuncion eréctil
Se estima que el 50% de los hombres mayores de 40 años padecen disfunción eréctil. Algunos factores de riesgo conocidos incluyen fumar, beber alcohol, tener hipertensión, y, según algunos estudios, la enfermedad periodontal. Esto se debe a que el funcionamiento de los vasos sanguíneos responsables de mantener la erección puede verse afectado por la inflamación que causan las bacterias bucales.
Problemas pulmonares
La boca es una puerta de entrada compartida a las encías y los pulmones, lo que hace que el vínculo sea menos sorprendente que en los anteriores casos. Sin embargo, el problema es similar: una inflamación como consecuencia de la P. gingivalis. Si los tubos en los pulmones que transportan aire están inflamados, se vuelven más estrechos y eso restringe el flujo.
Mayor riesgo de cáncer
Diferentes estudios hallaron vínculos entre la enfermedad periodontal y un aumento pequeño, pero significativo, en el riesgo general de cáncer. Esto puede ser consecuencia de una bacteria asociada a la enfermedad de las encías, Treponema denticola. Esta afecta los tejidos bucales sanos y es capaz de activar la producción de sustancias que promueven las células cancerosas.
Salud mental
También se encontró una relación entre la enfermedad periodontal, la pérdida de dientes y la función cognitiva. Algunos resultados arrojaron que un aumento de la acumulación de beta-amiloide en el cerebro o la presencia de bacterias P. gingivalis, pueden asimilarse con la enfermedad de Alzheimer.
Qué precauciones tomar
Una buena higiene dental puede reducir el riesgo de desarrollar una variedad de problemas de salud graves. La enfermedad periodontal es una enfermedad prevenible y tratable, basta con cepillarse los dientes 2 veces al día, usar hilo dental y visitar al dentista por lo menos 2 veces al año. También puedes adoptar una dieta saludable, evitando los alimentos con mucho azúcar.