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¿Podrá el Obamacare terminar con los deprimidos?
Por HolaDoctor
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Objetivo: salir del hoyo
Seguramente es la pregunta que se hacen las más de 20 millones de personas con depresión que hay en los Estados Unidos. Las nuevas reglas y requisitos de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio podrían hacer que muchos cambien su estado de ánimo, ¿de qué manera? ¡Descúbrelo!
Para comenzar es importante comprender el significado de una depresión. Según información del Instituto Nacional de Salud Mental, se trata de una enfermedad clínica severa que afecta el cerebro y provoca sentimientos de tristeza y hundimiento que interfieren con tu vida cotidiana.
Entre algunos de los tipos que destacan se encuentra la depresión grave, que consiste en presentar episodios con síntomas severos que interfieren con tu diario vivir, como estudiar, comer, dormir y disfrutar la vida. Otros tipos son la depresión leve (dura menos tiempo) y el trastorno distímico.
Entre algunos de los síntomas se incluyen: tristeza, pérdida de interés o placer en actividades que sueles disfrutar, disminución o aumento de peso, dificultad para dormir o tener sueño excesivo, pérdida de energía, sentimientos de desvalorización, así como tener ideas de muerte o de suicidio.
Algunos de los factores que conducen a una depresión pueden ser los genes (antecedentes familiares), la química cerebral (la cual varia entre pacientes que tienen depresión y los que no) y el estrés que se asocia a la pérdida de un ser querido, una relación difícil u otro evento similar.
Muchas familias de escasos recursos viven en un ambiente de tensión y estrés cuando se habla de dinero, ya que en ocasiones apenas alcanza para comprar comida, pero ¿qué pasaría si uno de los hijos se rompe el brazo? Sería un evento catastrófico para sus economías.
Análisis de la depresión
Para saber de qué manera podrían servir los seguros médicos para reducir los niveles de depresión, investigadores del estado de Oregon estudiaron un hecho que se dio en 2008, cuando los legisladores estatales utilizaron fondos para proveer Medicaid a 10.000 residentes de bajos ingresos.
Aunque Medicaid hizo un buen uso de los seguros, como la programación de visitas al médico y la compra de medicamentos, algunas cuestiones, como reducir los niveles de colesterol no se lograron, pero se descubrió que a las personas que se les concedió el seguro, redujeron su depresión en un 30%.
De acuerdo con los expertos, muchas de las personas que contaron con el seguro de Medicaid se olvidaron de las presiones financieras, es decir, dejaron de hurgar en sus carteras y revisar sus bolsillos. En cambio, recibieron un servicio de salud de calidad.
Problemas financieros, el enemigo
Tras este análisis varios expertos han notado que las personas del grupo asegurado no tomaban medicamentos antidepresivos de manera notable, a diferencia de aquellos que no contaban con seguro. Llegaron a la conclusión que los problemas financieros pueden ser una de las principales fuentes de depresión.
Para comprobar lo anterior, un estudio hecho por el International Journal of Mental Health, en 2010, examinó los efectos de la crisis económica en la salud mental y se halló que los acontecimientos económicos pueden predecir problemas de salud mental como depresión, suicidio y abuso de sustancias.
Lo que la gente necesita
Por si no fuera suficiente, en 2012 el Observatorio de Salud Pública de Liverpool, Inglaterra, evaluó el impacto de la crisis económica en temas de salud y bienestar. El estudio señaló que el resultado más negativo de una recesión económica abunda en la salud mental, incluso lleva a mayores tasas de mortalidad.
Algo en común
La relación entre la situación económica de pobreza y el estado de ánimo negativo ha sido establecida. Tanto el estudio de Oregon como el de Liverpool concuerdan en que la preocupación por falta de beneficios para la salud genera una gran tensión en las familias.
Con el Obamacare ocurre algo que se creía insólito en los Estados Unidos: todas las personas, sin distinción económica, tendrán acceso a un servicio de salud, entre los que se incluye una cobertura al tema de la salud mental, a través del asesoramiento de psicólogos.
Para todos hay
Para aquellas familias con bajos recursos que no puedan encontrar una póliza de seguro que cueste menos del 8% de su salario, esto no significará un problema ya que pueden adquirir su cobertura de salud en los mercados de intercambio y calificar para obtener subsidios federales.
Curar este problema requiere más que propia voluntad. En caso que el tener un seguro médico no anime a las personas, consultar a un médico o un profesional de la salud mental es lo ideal. Él hará un examen médico o pruebas de laboratorio y obtendrá un historial de tus síntomas para tratar este padecimiento.
Según el Instituto nacional de Salud Mental, éstos pueden ser eficaces para tratar este problema. La administración depende de la que ordene el médico, salvo que podrían provocar algunos efectos secundarios como dolor de cabeza, náuseas, dificultades para dormir, ansiedad y problemas sexuales.
Lo mejor que puedes hacer es invitarlo a que visite al médico o profesional de la salud mental. Ofrécele tu mano, además de tu comprensión, paciencia y ánimo; habla con él o ella, no ignores si hace comentarios referentes al suicidio y anímalo a hacer varias actividades.
No puedes ayudar a alguien más si no puedes contigo, está claro. Lo mejor es consultar a un médico y tomarse las cosas con calma. Tratar este problema es algo que requiere de tiempo y la paciencia es fundamental.