Éstas son las 6 zonas del mundo donde la gente vive más tiempo

Los científicos observaron que casi todos esos lugares tienen fuertes denominadores comunes: hábitos sociales arraigados, una cultura ancestral de alimentación sana, fuerte influencia religiosa y actividades físicas frecuentes. Y además, viven apartados de la tecnología.

En esta isla viven algunas de las personas más longevas del mundo. Científicos de Atenas encontraron que sus habitantes tienen el triple de probabilidades de llegar a los 90 años que en los EEUU, un 20% menos de riesgo de padecer cáncer y un 50% menos de enfermedad cardiovascular.

Un investigador de la National Geographic que estudió la isla griega, relata que conoció allí a un anciano, Stamatis Moraitis, que había sido desahuciado por un cáncer de pulmón en EE.UU y se recuperó milagrosamente en la isla: no sólo se curó, sino que vivió hasta los 102 años.

Un reportero preguntó a Moraitis cuál era el secreto de su longevidad y tanto él como su esposa le contaron que bebían té de hierbas, que se alimentaban de muchos vegetales autóctonos y que todos los días al atardecer se juntaban con sus amigos a beber buen vino y a conversar.

El Dr. Ilias Leriadis, un médico de Ikaria, dijo: "aquí no se usan relojes y se bebe un té de montaña con hierbas secas de la isla: contiene orégano, salvia, menta, romero y hojas de diente de león, y le agregan un poco de limón. Y la miel de aquí no se verá en ningún otro lugar en el mundo", concluyó.

Incluye un desayuno de leche de cabra, vino, té o café, miel y pan. El almuerzo son frijoles, hinojo, hierbas y patatas cosechadas allí. La cena, pan y leche de cabra. Casi todos despiertan naturalmente, trabajan en sus cultivos y siempre toman siestas.

Esta montañosa isla también es el hogar de algunos de los hombres más longevos del mundo. Los nativos de allí son de contextura delgada, vigorosos y de espíritu práctico. Viven en contacto con la naturaleza y por supuesto, siguen la dieta mediterránea.

En Cerdeña se consumen vegetales de cultivos naturales sin fertilizantes, pescado, y la poca carne procede de animales que pastan en las montañas. Su dieta incluye cereales y frutas y legumbres cosechadas allí, estos alimentos son ricos en vitaminas y antioxidantes.

Los habitantes de Cerdeña acompañan sus comidas con un buen vino, cosechado en esa región. Sus uvas son ricas en polifenoles, que favorecen la salud cardiovascular y estimulan la producción de sirtuinas, las enzimas claves en la longevidad. Además cocinan, caminan, pescan y crían ganado.

Allí también hay un alto porcentaje de personas longevas, de hecho, en ese archipiélago se registra la tasa más alta de longevidad femenina de todo el mundo. Un lugar rico en tradiciones propias, donde el secreto de la vida tan larga proviene de su cultura y medio ambiente.

El libro «The Okinawa Program», de Mokoto Suzuki y Bradley Willcox, dio origen a “La dieta de Okinawa”, que se basa en cuatro pilares: alimentación, ejercicio, felicidad y relax. Incluye un alto consumo de vegetales y frutas, cinco tazas de granos al día, pescado y pocas carnes rojas.

Además de consumir soya, rica en proteínas y otros nutrientes, los nativos de Okinawa beben abundante té verde y negro, sus bebidas favoritas, que son muy ricas en antioxidantes. Además, toman de 8 a 12 vasos de agua al día y se mueven principalmente en bicicleta.

En el último medio siglo, los miembros de la comunidad Adventista del Séptimo Día en Loma Linda, California, cuya fe se apoya en la vida sana, han encontrado el secreto para vivir sanos y por al menos una década más que en cualquier otra parte de Estados Unidos.

Pero la clave podría no estar sólo en su dieta vegetariana y su consumo nulo de alcohol y tabaco, sino en la estructura social: a veces las dietas y el cambio de hábitos fallan porque el entorno no ayuda. En esa comunidad, todos tienen tradiciones saludables, y entonces es más fácil mantenerlas.

Un habitante de Costa Rica a los 60 años tiene el doble de posibilidad de llegar a los 90 años que un hombre de EE.UU, Francia o Japón. Allí, la esperanza de vida al nacer es de 78,7 años, pero hay casi 10 mil costarricenses que han superado los 90 años y más de 400 ya han cumplido más de 100 años.

Un nativo de Costa Rica, de 98 años y perfecta salud, contó en a un periódico que él lleva una vida como hace 30 años: se levanta al salir el sol, alimenta a las gallinas, hace ejercicios y ayuda en las labores hogareñas. Dijo que su secreto es trabajar mucho, tomar aceite de bacalao a diario y ser activo.

Allí las condiciones naturales brindan ventajas incomparables para alcanzar una vida larga y sana. En un relevamiento de 2014, sobre una población de 70 mil habitantes, 21 tienen más de 100 años de edad. A los alimentos frescos le suman tomar agua pura, hacer mucho ejercicio y tener una firme creencia en Dios.

El profesor Gerald Grell, de Ross Portsmouth University de Dominica, explicó que la isla tiene 30 centenarios por cada 100 mil habitantes, un 66 % más que en Estados Unidos, donde es de 18 por cada 100 mil. Cree que el medio ambiente es un factor determinante para vivir muchos años.

Una nativa de Dominica, de 101 años, dijo que ella atribuye su larga vida a la comida saludable: mucho jugo de caña, frutas, té de hierbas, miel, arrurruz, peces, cangrejos de río y camarones. Allí, nadie mira la TV: casi todos se van a dormir temprano y despiertan al amanecer.

Los científicos de la Universidad de Atenas, en Grecia, creen que esta dieta es un pilar de la longevidad. En Cerdeña e Ikaria se consume 6 veces más granos que en la dieta estadounidense. Comen mucho pescado y poca carne roja, dos tazas de café al día, vino tinto y bastante aceite de oliva.

Pero Nicholas Christakis, de la Universidad de Harvard, estima que los hábitos de salud pueden ser tan contagiosos como un virus del resfriado. Entonces, a la dieta saludable, el descanso adecuado y mucho ejercicio, hay que sumarle un entorno saludable: ésas serían finalmente, las claves de la longevidad.