Las especias son un elemento infaltable en la preparación de nuestros platos, pues son capaces de aportar variedad de matices al sabor de los alimentos. Como derivan de las plantas, tienen el potencial de ser alérgenas.
A menudo se sospecha que desencadenan reacciones alérgicas, sin embargo, la Academia Americana de Asma, Alergia e Inmunología explica que la mayoría de estas reacciones podrían ser intolerancias.
Las verdaderas reacciones alérgicas son mediadas por anticuerpos y pueden ser mortales, mientras que las reacciones no alérgicas probablemente cesan sin tratamiento. Veamos las diferencias.
Las erupciones (rash) en la piel no son síntoma de alergia. Las especias tienen propiedades que causan irritación sobre la piel y la consecuente erupción.
La canela puede causar erupción local cuando entra en contacto con la piel.
Tampoco es una reacción alérgica la picazón en la boca. A menudo esta se debe a una reactividad asociada al polen de la hierba, no propiamente a la especia.
La tos causada por inhalación probablemente se deba a un efecto irritante, más que a una verdadera alergia.
La pimienta negra puede provocar tos y también activar síntomas en pacientes con asma.
La anafilaxia sí es una reacción alérgica, es grave y debe atenderse de inmediato. No es lo más común, pero existen casos de anafilaxia con algunas especias.
El orégano, el tomillo, el cilantro, la alcaravea y el comino han provocado anafilaxia.
La semilla de sésamo es un alérgeno alimenticio que puede encontrarse en mezclas de especias. En este las reacción que produzca sí es una verdadera alergia y puede ser mortal.
Los pacientes que saben que son alérgicos al sésamo deben ser muy cuidadosos y evitar especias que lo contengan.
Si una especia en particular te ha estado provocando síntomas, lo mejor es que consultes a un alergólogo o inmunólogo. Lo más probable es que se deba a una reacción no alérgica.