Las bayas o berries son de los alimentos más saludables para incluir en la dieta. Además de deliciosas y nutritivas, se destacan por su versatilidad, que permite comerlas de muchas formas: en el desayuno con yogur, en el almuerzo en ensalada, o como postre con crema. Son muchas las opciones para sumarlas a la dieta, así como los beneficios que puedes obtener consumiéndolas regularmente.
En principio, debemos aclarar de qué hablamos cuando decimos bayas o berries. Comúnmente, se conoce como bayas o berries a frutas de colores vivos, redondeadas, jugosas (que pueden ser dulces o agrias) y sin huesos, pero que pueden tener semillas, como es el caso de las fresas, zarzamoras o frambuesas.
Sin embargo, biológicamente, una baya o berry es una fruta generada a partir del ovario de una sola flor, en la que la capa externa de la pared del ovario se convierte en la porción carnosa comestible (pericarpio), tal es el caso de los arándanos, berenjenas, pepinos, plátanos, tomates, o uvas. Por ello, a fines prácticos, aquí nos referiremos a los arándanos, fresas, zarzamoras y frambuesas como bayas. Veamos cuáles son sus beneficios:
Antioxidantes
Las bayas se destacan por su riqueza en compuestos con propiedades antioxidantes, como antocianinas, ácido elágico o resveratrol. Estos son muy importantes para combatir a los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las estructuras celulares sanas y aumentar el riesgo de distintas enfermedades.
Otra característica nutritiva de las bayas es su importante aporte de fibra, la cual ayuda a ralentizar el movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo, reduciendo el hambre y aumentando la sensación de saciedad. Esto es útil para disminuir la ingesta calórica y facilitar el control o pérdida de peso.
Propiedades antiinflamatorias
Ciertos factores pueden conducir a una inflamación excesiva a largo plazo, como los altos niveles de estrés, dietas poco o nada saludables y hábitos sedentarios. La inflamación crónica contribuye a la aparición de distintas enfermedades, como obesidad, diabetes o problemas cardiovasculares. Afortunadamente, el consumo regular de bayas puede ayudar a prevenir esta situación, gracias que sus antioxidantes son capaces de disminuir los marcadores inflamatorios.
Protegen la piel
Las bayas son una buena opción para cuidar la piel gracias a sus antioxidantes, que ayudan a controlar uno de los principales daños causados por los radicales libres: el envejecimiento prematuro. Este se suele traducir en la aparición de manchas o arrugas. Las bayas también son beneficiosas para la salud cutánea gracias a que bloquean la descomposición de colágeno, un grupo de proteínas que forman parte de la estructura de la piel.
Ayudan a controlar los niveles de azúcar
Las bayas y sus jugos suelen recomendarse para las dietas de las personas que viven con diabetes. Esto se debe a que distintas investigaciones coinciden en que un consumo regular de estos alimentos puede proteger a las células de los niveles altos de azúcar en sangre, aumentar la sensibilidad a la insulina, y reducir la glucosa en sangre y la respuesta de la insulina a las comidas ricas en carbohidratos.
Disminuyen los niveles de presión arterial
Las bayas también son grandes aliadas para controlar los niveles de presión arterial y prevenir la hipertensión ¿El motivo? Existen estudios que muestran que su consumo puede ayudar a mejorar la función endotelial. Las células endoteliales recubren los vasos sanguíneos y se encargan de cumplir funciones muy importantes, como controlar la presión arterial o evitar que la sangre se coagule.
Se cree que ciertos antioxidantes presentes en las bayas, como las antocianinas, ácido elágico o resveratrol, pueden reducir el riesgo de cáncer. La evidencia que respalda esto proviene de diferentes estudios en animales y humanos, que sugieren que un consumo regular de bayas puede proporcionar protección contra el cáncer de boca, esófago, colon y mama.
Precauciones
Si bien las bayas son alimentos repletos de beneficios, cabe destacar que para aprovechar sus bondades la moderación es fundamental. Si se las consume en exceso pueden provocar distintos problemas digestivo, como hinchazón, dolor de estómago o diarrea.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.