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Colonoscopía, el “selfie” más íntimo
Por julioguzbra@hotmail.com
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Una imagen salvadora
Tomarte “selfies” y compartirlas con tus amigos en las redes sociales podría darte popularidad. No obstante, existe otro tipo de autorretrato que haría mucho más por ti, como salvarte la vida. Se trata de la colonoscopía, un procedimiento capaz de marcar la diferencia en tu salud y que te invitamos a conocer.
Hablar de cáncer de colon en la actualidad es tratar con un tema sumamente delicado. ¿Sabías que es la segunda causa de muertes por cáncer en el país? Según la Sociedad Americana para Endoscopia Gastrointestinal, anualmente se diagnostican cerca de 150,000 casos nuevos mientras que hay 30,000 decesos sólo en Estados Unidos.
Es por esto que se hace una invitación para realizarse una colonoscopía, un examen que es capaz de detectar cualquier anormalidad en el colon y que ha demostrado ser una de las pruebas más efectivas.
Una prueba eficaz
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informan que cerca del 90% de las personas que tienen cáncer de colon viven 5 años o más cuando las pruebas de detección han descubierto la enfermedad en su etapa inicial.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento inicia al insertar por el ano un tubo flexible, del grosor de un dedo, y haciéndolo avanzar lentamente hasta llegar al recto y al colon. Este instrumento, cuenta con su propia lente y fuente luminosa y permitirá al médico visualizar imágenes en un monitor de video. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.
¿Por qué recurrir?
Una colonoscopía puede ser empleada con fines preventivos o cuando existen algunos problemas de salud, tales como presentar dolor abdominal, cambios en las deposiciones o pérdida de peso. También se aplica cuando se detectan pólipos, anemia, sangre en las heces, así como enfermedades intestinales inflamatorias.
Es importante que los intestinos se encuentren completamente vacíos y limpios para el examen. Para esto, el médico podría sugerir el uso de enemas (procedimiento de lavado), no comer alimentos sólidos durante 2 o 3 días antes del examen y tomar laxantes.
Como parte de la preparación se recomienda también consumir muchos líquidos claros durante 1 a 3 días previo al análisis. Ejemplos de esto son café o té claro, caldo o consomé sin grasa, gelatina, bebidas para deportistas, jugos de frutas colados y agua simple.
Lo que no se debe
Días previos a la prueba se debe dejar de tomar ácido acetil salicílico (aspirin), ibuprofeno, naproxeno u otros anticoagulantes. También se debe evitar consumir hierro ya que puede hacer que las heces se tornen de color oscuro y podría dificultar al médico visualizar en el interior del intestino.
De acuerdo con la Asociación Americana de Médicos de Familia, bajo la sedación intravenosa o anestesia general se introduce el colonoscopio mientras el paciente está acostado por un lado. Generalmente este análisis es bien tolerado y rara ocasión provoca mucho dolor. El paciente podría sentir presión, hinchazón o calambres.
¿Hay riesgos?
Después de someterse a esta prueba es posible que el paciente experimente calambres y meteorismo (flatulencias). Aunque es poco frecuente, también podrían producirse deshidratación después del uso de un laxante, perforación del colon, sangrado profuso, infección intestinal o reacción alérgica.
Los más pequeños de la casa también pueden ser candidatos a este procedimiento. Entre algunos de los motivos para ir por una prueba se encuentra tener sangre en el excremento, diarrea, dolor de barriga por tiempo prolongado, así como molestias en el trasero. El procedimiento es el mismo.
Si el médico considera durante el examen que una zona necesita de mayor evaluación, mediante el colonoscopio pasará un instrumento para obtener una biopsia con fines de análisis. En el caso que el examen se haga para identificar muestras de sangrado, se puede controlar éste inyectando medicamentos por cauterización.
Pólipos, enemigo del colon
Son crecimientos anormales, generalmente benignos que aparecen en el revestimiento del colon, cuyo tamaño puede ir desde un punto pequeño hasta ocupar varias pulgadas. Debido a que el cáncer de colon inicia en los pólipos, es importante su extracción como una importante manera de prevención.
El médico se encarga de destruir los pólipos mediante fulguración (quemado) o bien extrayéndolos con lazos de alambre o con instrumentos para biopsias. Cuando el pólipo es más grande el médico usa una técnica conocida como “polipectomía con asa” donde interviene el uso de la corriente eléctrica.
La triste realidad
Desafortunadamente, a pesar de la efectividad que tiene la colonoscopía en la prevención de enfermedades, el uso entre la población de esta prueba sigue siendo muy bajo, pues se estima que 1 de cada 3 adultos (23 millones que tienen entre 50 y 75 años) no recurren a ella.
Los CDC ya tienen identificado al público que más se rehúsa a hacerse esta prueba. Entre ellos se encuentran los hispanos, indoamericanos o nativos de Alaska, de entre 50 y 64 años. Las personas con bajos niveles de educación e ingresos también se incluyen en esta lista.
¿Cuestión de ignorancia?
Al parecer, el tema de la colonoscopía sigue siendo un tabú, incluso entre los mismos doctores. De acuerdo con los CDC, 2 de cada 3 adultos que tienen seguro médico y que podrían pagar por el examen, no son informados y motivados por sus médicos.