Circuncisión: más beneficios que riesgos

La circuncisión ha sido practicada por judíos y musulmanes desde hace miles de años, con diferentes técnicas de procedimiento, algunas incluso muy dolorosas. Se llama circunsición a la intervención quirúrgica para quitar la piel que cubre la punta del pene, llamada prepucio. La circuncisión la realiza normalmente un obstetra, en bebés sanos a uno o dos días de su nacimiento y se utiliza anestesia local para que no sea doloroso.

La mayoría de las veces el bebé se encuentra despierto durante la circuncisión y se lo coloca en un asiento de plástico moldeado que permite sostenerlo en su lugar de forma segura. El pene y el área circundante se higienizan con un antiséptico y a menudo se coloca un supositorio de analgésico para el dolor en el recto del bebé y cremas e inyecciones con anestesia para reducir el dolor.Es importante hablar con el médico sobre la anestesia.

Las tasas de circuncisión de varones en Estados Unidos se han reducido en los últimos años. Luego de ser casi una norma en las décadas de los 50 y 60, se redujo entre 1979 y 2010 de casi el 65% a un poco más del 58%, según un informe de los CDC. Los expertos del CDC sugieren que los pediatras hablen con los padres sobre los beneficios de este procedimiento pero que sean los padres quienes decidan sobre el tema.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, conocidos por sus siglas CDC, aseguraron en un reciente informe que dicho procedimiento puede disminuir el riesgo de las enfermedades de transmisión sexual, el cáncer de pene e incluso las infecciones en el tracto urinario y dieron a conocer las nuevas guías que regirán este procedimiento.

Las células muertas, el sudor y aceites naturales de la piel, se combinan debajo del prepucio del pene y aparecen como pequeñas protuberancias blancas o una secreción que se conoce como esmegma. Esta secreción blancuzca si no se limpia en forma constante y correctamente, se acumula entre el glande y el prepucio y es maloliente y da a lugar a la acumulación de bacterias y por ende, puede traer infecciones.

El esmegma es inodoro y de fácil lavado, sin embargo, en algunos casos, cuando la higiene es muy pobre, puede endurecerse y formar como "piedritas", lo cual puede ser muy incómodo además de peligroso. El esmegma endurecido puede causar cultivos de bacterias debajo del prepucio y aumentar el riesgo de infecciones y enfermedades. Si este problema se presenta junto con otros síntomas como picazón, inflamación o dolor, deberás consultar a tu médico.

El tener relaciones sexuales con hombres circuncisos reduce las posibilidades de tener cáncer de cuello de útero, según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine. El estudio asegura que esto se debe a que "al parecer se debe a que los hombres circuncisos tienen menos probabilidades de contraer el virus de papiloma humano, al cual se le cree responsable de hasta el 99 por ciento de los casos de cáncer en el cuello del útero".

Existe evidencia científica sólida que sugiere que la circuncisión masculina reduce entre un 38% y un 66% la adquisición del VIH en los hombres heterosexuales en un período de 24 meses, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los informes del CDC hablan de entre un 50 y un 60% de reducción de contagio de VIH y también aseguran que es un procedimiento sencillo, sin grandes riesgos.

Los ensayos clínicos mencionados por el informe de los CDC, muchos de los cuales se realizaron en África subsahariana, han demostrado que la circuncisión reduce el riesgo de contraer herpes y el virus del papiloma humano o HPV en un 30%, dos tipos de patógenos que se creen que participan en el desarrollo del cáncer de pene. Esta disminución no se aplica a los riesgos por sexo oral u otras prácticas, sino sólo durante el coito.

Más allá de que para muchos un pene circuncidado "luce" mejor , es más fácil de mantener limpio y hasta muchas mujeres aseguran que se siente diferente, aunque esto no está científicamente comprobado. La circuncisión no aumenta ni disminuye el placer sexual del hombre, sólo cambia la sensibilidad por estar el pene más expuesto de alguna forma al roce con el afuera.

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, su sigla en inglés es AAP) publicó en 1999 una declaración sobre el tema que fue reafirmada en 2005. La declaración establece que los problemas de irritación, higiene e infecciones no son muy comunes y muchos pueden evitarse con una buena limpieza y que la circunsición por motivos médicos no estaría justificada. Con estos nuevos datos, la AAP se suma a las nuevas recomendaciones.

Las circuncisiones realizadas por un médico raramente tienen complicaciones. Dentro de las complicaciones posibles están el riesgo de hemorragia e infección. El cuidado apropiado después de la circuncisión, como en cualquier intervención, ayuda a reducir las probabilidades de que se presenten problemas. Puede haber una pequeña cantidad de sangre al principio o incluso líquido amarillo (anti-inflamatorio), pero es parte de la curación normal.

En algunos niños u hombres, el prepucio no puede retraerse correctamente y puede quedar como "atascado" debido a una condición llamada fimosis. Cuando se presenta esta condición, puede ser necesario practicar una circuncisión más tarde. Por otro lado, la circuncisión sí reduce también el riesgo de infecciones del tracto urinario en los bebés, según las directrices de los CDC.

Las enfermedades de transmisión sexual cuestan a Estados Unidos unos 17 mil millones cada año tan solo en costos médicos directos. En la nueva política, la AAP afirmó que los beneficios para la salud son lo suficientemente grandes como para que la circuncisión de los bebés varones fuera cubierta por el seguro médico. Las aseguradoras están adaptando sus políticas a estas nuevas recomendaciones pero aún se desconoce si cubrirán parte o el total.