Casados vs. Solteros: ¿quiénes tienen mejor salud?

Los hombres casados tienen mejor salud ósea que los que nunca se casaron, asegura un equipo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Eso sí, sólo se aplica a los hombres que llegan al altar desde los 25 años en adelante, dijeron los autores del estudio, publicado en enero de 2014.

Un estudio de la Universidad de Warwick (Reino Unido), realizado durante 20 años con 20,000 hombres, concluyó que los casados viven alrededor de 3 años más que los solteros y también que ganan más dinero. Una de las razones por la que los casados viven más, es porque comparten los gastos y entonces sufren menos situaciones de estrés.

Se hizo un test de inteligencia en la Universidad de Viena (Austria) a dos grupos de hombres: unos dormían con alguien y otros solos. Los acompañados estaban más distraídos durante el día, y los que dormían solos rendían más. ¿Por qué? La calidad del sueño se va afectada o interrumpida por la pareja, y en la vigilia se nota.

Eso sí, si les va bien en el matrimonio. Cuando un matrimonio está bien avenido, los esposos tienen los niveles de cortisol (la hormona responsable del estrés) muy bajo, según una investigación de la facultad de Medicina de la Universidad de Ohio, EU. Pero cuando se llevan mal, este valor puede subir mucho y superar el de los solteros.

Está claro el por qué. Los solteros cuidan más su aspecto físico porque quieren seducir y estar aptos para ser elegidos en un ámbito de conquista permanente. Un estudio que se realizó sobre 8,000 estadounidenses durante 5 años concluyó que los hombres casados engordaron 3 kilos más que los solteros.

Ellas aumentan de peso al casarse, mientras que ellos suben cuando se divorcian. "Las mujeres casadas desempeñan un papel más grande en la casa que ellos, y tienen menos tiempo para hacer ejercicio y permanecer en buena forma que las solteras", dijo el profesor Zenchao Qian, de la Universidad de Ohio, EU.

Los casados fuman menos y consumen menos alcohol que los solteros, viudos o divorciados y, por lo tanto, son menos propensos a padecer ciertas enfermedades, según la conclusión de un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés).

Una investigación realizada por la Universidad de Oslo (Noruega) y publicada a fines de 2011, analizó los cambios en la supervivencia del cáncer en los últimos 40 años y observó que la diferencia en la mortalidad entre las personas casadas y aquéllas que nunca se han casado, especialmente entre los varones, ha aumentado.

No. Cuando se analizaron los datos de supervivencia del Registro de Cáncer de Noruega y se compararon con el estado civil, se comprobó que los solteros con cáncer tenían un mayor riesgo de mortalidad, independientemente de la edad, educación, localización del tumor y tiempo transcurrido desde el diagnóstico y la progresión del cáncer.

"Quizás podría deberse a que los casados tienen una mejor salud general en el momento del diagnóstico", explica la doctora Astri Syse, una de las autoras del estudio de Noruega. Otra razón puede ser que la gente casada se adapta mejor a los complejos tratamientos y regímenes de cáncer de hoy en día.

Los científicos creen que otro factor que hace posible que los casados sobrevivan más al cáncer es que éstos tienen más probabilidad de consultar a un médico para un diagnóstico temprano de la enfermedad. Otros estudios han mostrado que la depresión y los trastornos de ansiedad son más comunes entre los solteros.

El matrimonio ofrece pocas ventajas para el bienestar en comparación con el concubinato, asegura un estudio realizado por la Universidad de Cornell, EU, que además halló que los beneficios de firmar un papel se reducen con el tiempo, mientras que las parejas no casadas que viven juntas experimentan una mayor felicidad y autoestima, a mediano y largo plazo.

Los solteros pueden alargar su vida diciendo “sí, quiero”: los hombres solteros viven hasta 17 años menos y ellas, 15 menos. Un estudio de la Universidad de Louisville, en Kentucky, comparó los riesgos de mortalidad entre los solteros y casados. Y observó que el riesgo de muerte es del 32 % mayor en los hombres solteros y 23 % en mujeres.

Los planes de matrimonio y el rito de casarse están perdiendo su atractivo. Un nuevo informe del gobierno muestra que más estadounidenses evitan el matrimonio o se casan mucho más tarde que la generación de sus padres. El porcentaje de mujeres que se casan se ha reducido del 44% en 1982 al 36% en 2006-2010.

Si no evitan el matrimonio del todo, lo postergan hasta una edad más avanzada. Entre 2006 y 2010, las mujeres se casaron por primera vez a los 26, y los hombres a los 28. "Las personas no abandonan el matrimonio, pero lo hacen a una edad más avanzada", señaló la demógrafa y autora del estudio Casey Copen, del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EU.

Un estudio europeo realizado con 100,000 personas llegó a la conclusión de que la expectativa de vida disminuye en promedio 1,4 años para ellas con el estrés del matrimonio. Pero como todo es muy relativo, en muchos matrimonios bien llevados, ambos se benefician con el cuidado mutuo de la salud.

Los pacientes casados que han tenido una cirugía cardíaca son mucho menos propensos a morir que los pacientes solteros, en los primeros tres meses tras la operación, halló un estudio reciente de la Universidad de Emory, en EU. Y también reveló que el potente efecto protector del matrimonio continuó hasta cinco años de la post cirugía.

Al contrario de lo que se supone, divorciarse a una edad más temprana causa mayores problemas para la salud que hacerlo más adelante en la vida, quizás porque las personas mayores tienen más habilidad para afrontar y manejar el estrés de un divorcio, sugiere un estudio de la Universidad Estatal de Michigan, EU.

Todo está tan ligado en el matrimonio que si la esposa sufre de cáncer, puede afectar la salud del hombre, y ese efecto puede durar años, señala una investigación de la Universidad Estatal de Ohio, EU. Los maridos “cuidadores” fueron más propensos a tener síntomas como dolor de cabeza o estómago y respuestas inmunitarias más débiles.