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Brasil busca golear al tabaquismo en el Mundial
Por Julio Guzmán
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Balón y cigarro juntos
No sólo es una potencia en el fútbol. A Brasil se le conoce también por ser uno de los mayores exportadores de tabaco en el mundo. Y para terminar con esta mala fama, se han implementado varias medidas que buscar ahuyentar el consumo de este producto, las cuales, muchos turistas podrán notar en la Copa del Mundo.
El rey del tabaco
Brasil no sólo tiene al Rey Pelé, sino además, cuenta con un reinado en el tabaquismo, pues, según el Sindicato Interestatal de la Industria del Tabaco (SindiTabaco) desde 1993, exporta más tabaco en el planeta, solo por debajo de China. El 90% de la producción nacional se concentra en tres estados de la región sur.
Y al igual que la nación es una carta fuerte en el manejo y distribución del tabaco, sus mismos habitantes son unos fumadores en potencia, pues se calcula que en la nación hay 20 millones de consumidores, de los cuales, más de 500 mil son adolescentes.
Una de las medidas que se han tomado al respecto tiene que ver con el Mundial, y es que, la Organización Panamericana de la Salud, la oficina regional de la Organización Mundial de Salud (OMS) ha anunciado la prohibición absoluta del tabaco durante los encuentros de fútbol en todas las sedes de Brasil.
Además de generar un ambiente limpio en el aire, se busca evitar el consumo y la promoción del tabaco a través de los aficionados que asistan a los encuentros, de acuerdo con Carissa F. Etienne, directora de la OPS/OMS. En esta campaña también intervino la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
Otra de las normas que han entrado en vigor en el país sudamericano tiene que ver con fumar en espacios cerrados, pues una ley promulgada en 2011, prohíbe y sanciona llevar a cabo este tipo de prácticas. Esto termina con varios recintos dedicados a los fumadores como aeropuertos, centros comerciales o algunas empresas.
En busca de salud
Por si esto no fuera suficiente, en la misma legislación también se exige aumentar en las cajetillas el tamaño de letra de las advertencias de los peligros de tabaco en la salud. Esto ha generado que los avisos ocupen toda la parte posterior y una lateral de los paquetes de cigarro.
Aunado a esto, hay otra propuesta que quiere entrar en vigor. En enero de 2014, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria propuso la implantación de los paquetes de tabaco genéricos, es decir, cubiertas totalmente iguales, sin colores o símbolos que resalten, con la intención que los fumadores no se vean atraídos por los diseños.
Efectividad probada
Esta iniciativa es un paso más del gobierno de la presidenta de Brasil Dilma Roussef en su cruzada contra el tabaco. La propuesta ya ha sido aplicada con éxito en países como Australia, en donde se presume, hay mano dura contra el consumo del tabaco.
Está no será la última medida que se toma en cuenta, pues se busca a toda costa evitar el consumo de este producto dañino. Incluso, en diciembre de 2013 se sancionó sin vetos una ley que prohíbe la fabricación, comercialización, distribución de propaganda de productos que imiten la forma de cigarros y que esté destinado a niños y jóvenes.
Se abre el debate
Además, también se ha analizado detenidamente acerca de los aditivos permitidos para el tabaco que se consumen. Para esto, un grupo de investigadores se ha encargado de avaluar 121 de las sustancias que actualmente se permiten y que el sector tabacalero califica de “esenciales en el proceso productivo”.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), se emplean cerca de 600 aditivos en el proceso de fabricación de cigarrillos y otros productos que se derivan del tabaco. Es decir, son componentes que suavizan el sabor o que aumentan la adicción. El 10% de un cigarro tiene estos ingredientes.
La intención de los aditivos
Según advierte la Anvisa en su página web, estos ingredientes “son añadidos intencionalmente a los productos derivados del tabaco para enmascarar el mal gusto de la nicotina, disfrazar el olor desagradable, reducir la porción visible de humo y disminuir la irritabilidad del humo para los no fumadores”.
Otra de las estrategias del gobierno brasileño es aumentar los impuestos en estos productos para disminuir el número de fumadores en el país, lo que al parecer, ha dado buenos resultados. Según la Organización Mundial de Salud, por cada 10% que sube el precio del tabaco el número de consumidores baja entre 3 y 5%.
Consumo baja
Por otro lado, un estudio a cargo por miembros de la Universidade Federal de Sao Paulo (UNIFESP) reveló en 2013 que el número de fumadores descendió un 20% en los últimos seis años. Es importante frenar el consumo pues se estima que al año mueren 200.000 brasileños por problemas relacionados al tabaquismo.
Frente a esto, se ha detectado un nuevo problema que tiene que ver con la entrada del mercado ilegal de los cigarros, lo cual constituye un 30% del total de los cigarros que se comercializan en el país. De esta manera se evitan pagar impuestos sobre el producto.
Uno de los lugares a donde llega gran parte del tabaco que se produce en Brasil es la Unión Europea. De hecho, fue el principal mercado de la cosecha en 2011 y 2012. Sólo en 2012, el 40% de la producción terminó en la UE, y en ese mismo periodo Brasil rompió récord de ventas internacionales de cigarros en divisas de producto vendidas a 100 países.
Y aunque se estén llevando a cabo varias medidas en el país sudamericano, aún falta hacer mucho, puesto que las muertes por tabaquismo siguen siendo alarmantes en todo el mundo. Según la OMS, cada año el cigarro cobra la vida de 6 millones de personas, o lo que es lo mismo, cada 6 segundos alguien muere.