Las hay de muchos tipos, frondosas, tupidas y al ras. Usar barba se ha convertido en una de las tendencias a seguir por muchos caballeros en la actualidad. Sin embargo, algunas investigaciones advierten que se trata de una moda que podría propagar enfermedades.
De acuerdo con un grupo de expertos británicos, los rostros que se afeitan tienden a recolectar menos bacterias y gérmenes a diferencia de las personas que suelen dejarse la barba larga, incluso, llevando una estricta higiene.
¿Por qué?
La explicación es que la barba actúa como una “esponja bacteriana” que atrae suciedad y gérmenes de manera sencilla, lo que aumenta la posibilidad de generar infecciones de la piel, según explica el microbiólogo Ron Cutler, de la Universidad Queen Mary de Londres.
En tanto, Carol Walker, del Centro de Tricología de Birmingham, advierte que los microorganismos son capaces de adaptarse al vello facial y sobrevivir al contacto del agua con jabón. Estos gérmenes pueden transmitirse a otras personas mediante besos u otro tipo de contacto.
Comida atorada
Si a esta problemática agregamos que al comer, varios restos de comida pueden permanecer en la barba, hacerse rancios y mezclarse con otras bacterias, el caldo de microorganismos puede llegar a ser aún más nocivo, según los especialistas.
Y es que, incluso, la misma forma de la barba es un indicador de más o menos bacterias. Por ejemplo, "si el vello es largo y tiene más curvaturas y torceduras, hay más posibilidades de atrapar la suciedad a diferencia de uno liso", considera Walker.
"Hipsters" en peligro
En este caso no sólo las personas cercanas a los barbudos estarían en riesgo de contagiarse, sino también ellos mismos, pues mediante el vello nasal las bacterias que se encuentran cercanas pueden ingresar más fácil al organismo y producir enfermedades o infecciones.
Estas investigaciones no son las primeras que se hacen de este tipo. En 1960 el microbiólogo estadounidense Manuel Barbeito ya había puesto a prueba la capacidad de resistencia y supervivencia de los gérmenes que se encuentran en la barba.
No todo es negativo
Y aunque hay comentarios destructivos en torno a este estilo que han adoptado algunas celebridades como Ben Affleck, David Beckham o Leonardo DiCaprio, también existe el lado saludable de lucir como todo un pirata.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Southern Queensland, tanto la barba como el bigote ayudan en la prevención del cáncer de piel ya que evitan el surgimiento de células cancerígenas y cuidan la cutis de los rayos UV en un 90%.
Contra el asma
La especialista británica Carol Walker sostiene que pese a que el vello suele retener bacterias, también lo hace con las partículas de polvo o polen, evitando así su acceso por las vías respiratorias, minimizando el riesgo de presentar asma.
Por otro lado el vello, al retener líquido, ayuda a una mejor hidratación. Asimismo, protege de agresiones externas, gracias a los aceites que contienen los folículos pilosos.
Contra bajas temperaturas
Debido a que la barba cubre gran parte del rostro, es capaz de ayudar a conservar el calor corporal ante las bajas temperaturas del medio ambiente. De hecho, las barbas que cubren la zona del cuello, también mantienen el calor en dicha área.
Quienes usan barba son percibidos como personas más maduras y con alto estatus, al menos así lo dio a conocer una investigación publicada en la revista Behavioral Ecology. Otros estudios indican que dejarse la barba es más atractivo para muchas mujeres.
Entonces, ¿sí o no?
Si quieres gozar de los beneficios de la barba y evitar ser un foco de bacterias, Cutler recomienda lavarla a diario, cepillarla constantemente y recortarla a menudo. Dejarse la barba por unos días, afeitarla por completo y esperar a que crezca es otra medida higiénica.