Cuando nos referimos a un alimento transgénico, hablamos de un organismo que ha sido modificado genéticamente para mejorar ciertas características que faciliten el cultivo o la apariencia de ese alimento en particular. Sin embargo estas modificaciones genéticas tienen que estar reguladas por instituciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, su sigla en inglés).
En el Instituto de Nutrición de York, Inglaterra, una encuesta reveló el aumento del 50% de las alergias debido a los productos a base de soya, argumentando que el resultado podría ser atribuido al consumo de soya modificada genéticamente.
2. Más resistencia a los antibióticos
También, otros estudios han demostrado que los alimentos transgénicos pueden reducir o anular la efectividad de los antibióticos, lo cual es una grave amenaza para la salud pública.
Debido a la inserción de sustancias tóxicas de algunas plantas o microorganismos, las cuáles son naturales en su estructura como medio de defensa al medio ambiente, pero que para consumo pueden resultar perjudiciales a la salud. Estas sustancias pueden estar entrando en la comida con mucho menos evaluación de la seguridad que cualquier aditivo, colorantes, pesticidas o medicamento.
4. No acabarían con el hambre
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se producen alimentos suficientes a nivel mundial para satisfacer las necesidades de alimentación de las personas. Esto descarta la teoría de que los transgénicos podrían "acabar con el hambre".
5. Los cultivos transgénicos no producen más
Estudios realizados por la Unión de Científicos Preocupados (USC) en EE.UU. analizó el historial de 20 años de cultivo transgénico en ese país. Explican que la soya y maíz transgénicos no tienen más productividad que las plantas y métodos convencionales. El incremento de productividad en los últimos 20 años del 86% se ha debido a métodos y prácticas convencionales.
6. Los cultivos transgénicos invaden los tradicionales
Aunque los defensores de los alimentos transgénicos aseguran que se siembran en áreas diferentes la realidad es otra: las plantas de la misma especie se cruzan entre ellas y los cultivos transgénicos acaban apareciendo en los cultivos convencionales.
7. Podrían ser un riesgo para la salud
Existen controversias alrededor de este tema. La Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM) señaló que “los alimentos genéticamente modificados pueden tener riesgos para la salud” en las áreas de toxicología, alergias, inmunología, salud reproductiva, metabólica, fisiológica y genética”.
La palabra de la OMS
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la mayoría de los países, no hay establecidas políticas, legislación o regulaciones de aplicación general sobre los niveles de OMG. Sin embargo se está regulando esta área.