La pandemia de coronavirus está cubriendo el ciento por ciento del espacio noticioso, pero todas las demás enfermedades y condiciones siguen su curso... y hay que seguir previniéndolas y tratándolas. Algunas con una urgencia similar, o mayor, a la de este nuevo brote.
Una de estas urgencias está poniendo en peligro la calidad de vida, y la vida misma, de unos 2,300 niños y adolescentes venezolanos que viven con VIH y que, desde hace meses, no tienen los antirretrovirales que necesitan para tratarse.
En una carta abierta a UNICEF, más de 50 organizaciones de VIH/sida dentro y fuera de Venezuela exigieron al organismo internacional que acelere la entrega de estos medicamentos vitales para esta población altamente vulnerable.
El organismo se comprometió a entregar antirretrovirales pediátricos —los medicamentos que permiten mantener la carga viral (la cantidad de virus en sangre) baja— hace ya casi dos años.
En 2018, UNICEF dijo que iba a comprar y enviar medicamentos para el VIH para cubrir a la población infantil que vive con el virus en Venezuela, en el marco de un compromiso mayor para fortalecer la salud pública en ese país.
Pero los antirretrovirales nunca llegaron, según denuncia la carta que publica Acción Ciudadana contra el Sida, una de las organizaciones sin fines de lucro firmantes.
Si no se recibe un tratamiento precoz, el VIH se multiplica en la sangre y se corre el riesgo de desarrollar sida.
Se estima que en Venezuela hay unos 2,300 niños y adolescentes que viven con VIH y que necesitan estos medicamentos con extrema urgencia.
Aunque el número de seropositivos podría ser mucho mayor. Una de las razones es que el sistema público de salud de ese país no cuenta con reactivos para la detección del virus al nacer, por lo cual no hay un registro acabado de cuantos niños viven con VIH.
Tampoco se sabe cuántos ya pueden haber muerto por no tomar estos medicamentos.
En mayo de 2019, Marita Perceval, directora regional para Latinoamérica de UNICEF, se comprometió a “acordar medidas inmediatas sobre los asuntos vinculados a los medicamentos antirretrovirales pediátricos para Venezuela".
Sin embargo, en una visita reciente al depósito central del Ministerio de Salud conocido como Almacén Jipana, miembros de la sociedad civil venezolana y agencias de Naciones Unidas documentaron que había cientos de cajas de antirretrovirales pediátricos donados por UNICEF apilados en un depósito: nunca habían sido distribuidos.
"Estos medicamentos se vencieron en las manos del gobierno de Venezuela", denuncia la carta abierta a UNICEF.
"Pareciera que UNICEF estaría aprendiendo a un alto costo los desafíos de operar en un contexto de crisis y quedó en evidencia un alto grado de negligencia. Un desaguisado que podremos comprender con el tiempo y con la expectativa que exista una investigación y que los responsables sean separados de la organización", expresó Javier Hourcade Bellocq, miembro de la Red Global de Personas con VIH GNP+.
El mismo texto revela que, en diciembre de 2019, la Unidad de Coordinación de Emergencia y la Sección de Salud de UNICEF aprobaron la orden Nro. 20225009 para la compra de 13 tipos de antirretrovirales pediátricos destinados a Venezuela por un valor de $526,198.90, con recursos del fondo de emergencia. El arribo de estas medicinas estaba pautada para antes de febrero de 2020.
Pero nunca llegaron a manos de las familias de los menores.
Entre otras irregularidades, las más de 50 organizaciones denuncian que, por razones de costos, UNICEF anunció que enviaría antirretrovirales pero de una generación anterior, antiguos, en vez de los más nuevos. Y que llegarían... en cinco meses.
Mientras se entrelazan reclamos a gritos con excusas y burocracia, lo que gana es la desidia.
No tomar la medicación de manera consistente, significa que la salud de estos niños y adolescentes ya está deteriorada, en algunos casos sin remedio.
En definitiva, todavía no queda claro cuando llegarán los medicamentos.
En el Almacén Jipana, los antirretrovirales no estaban solos: también aguardan por vencer miles de dosis de penicilina y las formulaciones para prevenir la transmisión vertical del VIH y la sífilis congénita.
"UNICEF, como agencia del sistema de Naciones Unidas, ha demostrado carecer de los conocimientos y la capacidad necesaria para afrontar esta emergencia humanitaria compleja", dice uno de los párrafos de la carta abierta.
"Los y las niñas necesitaron, necesitan y necesitarán a UNICEF. Ellos mismo pregonan la aspiración de una generación sin sida: un futuro en el que todos los niños y sus familias estén protegidos de la infección por VIH y vivan libres del sida. Pero del UNICEF para todos los niños, la niñez venezolana ha visto poco y nada", dijo Hourcade Bellocq.
Las organizaciones exigen a UNICEF, en concreto que:
- Se implemente un plan de emergencia para que los niños y adolescentes tengan sus antirretrovirales ya.
- Se compren los medicamentos de última generación, tal cual lo acordado.
- Se coordine con las organizaciones de la sociedad civil para que los procedimientos —desde que se compra el medicamento hasta que llega a las manos del niño y adolescente— sea aceitado, rápido y eficaz.
En Venezuela hay entre 110,000 y 130,000 personas —menores y adultos— que viven con VIH/sida. Desde 2010, las nuevas infecciones han aumentado en un 24% y las muertes por sida en un 8%, según ONUSIDA.
La distribución de alimentos, el sistema de salud y la atención médica han sufrido devastaciones importantes. Por eso estos niños, sin sus antirretrovirales, están más frágiles que nunca. Necesitan la red de cuidado, social y médico, para sobrevivir, y tener una buena y larga vida.
Fuentes: ACCSI, ONUSIDA, UNICEF