La historia ha demostrado que con la vacunación se pueden controlar epidemias, y hasta se puede erradicar enfermedades, la varicela, el sarampión y la polio por mencionar algunas.
Esta herramienta sanitaria eficaz y económica ya está disponible contra COVID para los niños. Pero, en general, la tasa de vacunación todavía es baja.
Expertos aseguran que, si los padres se deciden a vacunar a sus niños contra COVID, el escudo de inmunización colectiva sería tan grande que se lograría poner un freno prácticamente definitivo al virus.
Esta inmunización colectiva contra COVID se sumaría a la inmunización natural que se genera al haber tenido la infección.
En una situación ideal en la cual la vacunación infantil se replicara a nivel global, sería un éxito de vacunación sin precedentes.
La situación en las Américas
En Estados Unidos, hay 48 millones de niños elegibles para recibir la vacuna contra COVID-19. Al 20 de julio, 10.4 millones de niños de 5 a 11 años (el 37% de los elegibles de esa edad) habían recibido al menos una dosis de la vacuna contra COVID-19. Cerca de 8.5 millones (30%) habían completado el esquema de dos dosis.
Desde su aprobación en junio para administrarse a partir de los 6 meses, 700.000 pequeños de entre esa edad y los 4 años han recibido al menos una dosis, según informa la Academia Estadounidense de Peditaría (AAP). Pero todavía hay millones que no tienen ninguna inmunización contra COVID.
En América Latina, la mayoría de los países están en medio de campañas de vacunación infantil. La mayoría está inmunizando a niños a partir de los 5 años, pero algunos, como Argentina, Chile y Colombia, lo hacen a partir de los 3. La población de la región es joven, 23% de menos de 14 años y 20% entre los 15 y 29 años, por lo que vacunar a los jóvenes es tan importante como vacunar a los adultos mayores para frenar la transmisión.
Aunque la aprobación de la vacunación contra COVID-19 ha sido alta para los adultos y adolescentes, los padres dudan a la hora de vacunar a los más chiquitos. Una lógica compleja de entender considerando que décadas de vacunación obligatoria para comenzar la vida escolar ha demostrado ser eficaz para proteger de brotes de infecciones, algunas de ellas graves.
La American Medical Association (AMA), junto con otras instituciones médicas, indican algunas de las razones por las cuales no debería dudarse de vacunar a los niños contra COVID-19:
1. Hay casos infantiles
Aunque se sabe que la transmisión del coronavirus entre los niños es baja comparada con la de los adultos, esto no quiere decir que estén libres del virus.
Los niños representan alrededor del 18 % de todos los casos notificados en Estados Unidos desde que comenzó la pandemia. Desde el comienzo de la pandemia y hasta julio de 2022, 14 millones de niños han dado positivo en la prueba de COVID en los Estados Unidos. Aproximadamente 6,1 millones de casos notificados ocurrieron en 2022.
2. Los niños pueden padecer casos de COVID de largo plazo
Estos pueden tener consecuencias médicas que pueden perdurar por mucho tiempo.
3. Los menores pueden ser fuente de contagio
Si bien la mayoría de los casos de COVID-19 en niños son leves, los pequeños infectados pueden propagar el virus incluso si no tienen síntomas. Esto es particularmente preocupante en viviendas multigeneracionales, en donde es probable que se conviva con adultos mayores que tienen un riesgo mayor de padecer una forma grave de COVID.
4. Más vacunados, más inmunidad colectiva
Esta inmunidad se genera cuando una comunidad tiene un porcentaje alto de personas vacunadas, previniendo que aumenten los casos.
5. Limitar la transmisión
Si toda una comunidad está vacunada, se le vuelve más difícil al virus encontrar nuevos "huéspedes" a quienes infectar. Esto lo debilita.
6. Prevenir la aparición de variantes
Si más personas están vacunadas, no solo se limita la transmisión del virus, sino la posibilidad de que mute y aparezcan nuevas variantes.
7. Proteger a los más débiles
Hay niños y adultos que por razones médicas no pueden vacunarse. Si la comunidad en la que viven, la escuela a la que asisten tiene una alta tasa de vacunación, estarán más protegidos porque el virus circulará menos.
8. Dosis de refuerzo
Los niños vacunados que se acercan a los 12 años podrán tener su vacuna de refuerzo y eventualmente las adicionales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también recomiendan que los niños de 5 a 11 años que tienen sistemas inmunitarios moderada o severamente comprometidos reciban una dosis adicional de la vacuna Pfizer-BioNTech 28 días después de completar su serie de dos dosis de Pfizer-BioNTech.
La vacunación sigue siendo la menor manera de "acorralar" al virus para que no siga infectando. Cuánto más gente vacunada haya, más posibilidades habrá de que se forme una "inmunidad colectiva" o "de rebaño", una suerte de barrera de sistemas inmunes humanos que va debilitando al virus.
Fuentes consultadas: Academia Estadounidense de Peditaría (AAP), American Medical Association (AMA), Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Johns Hopkins Medicine.