Todos los medicamentos tienen el potencial de causar efectos secundarios no deseados, y la depresión es uno de ellos. De hecho, un tercio de los estadounidenses ahora toman medicamentos que pueden causar este trastorno del estado de ánimo, según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association en junio pasado. Otras investigaciones obtuvieron resultados similares, pero esta es la revisión más grande sobre el tema hasta la fecha.
Los autores del estudio encontraron que cerca de 200 medicamentos con receta, incluidos algunos de los que suelen usar los adultos mayores, como los inhibidores de la bomba de protones (PPI) para tratar el reflujo ácido y los betabloqueantes para la hipertensión, pueden provocar depresión.
Pero, es posible que los médicos no sepan esto. "Muchos médicos podrían no estar al tanto de que varios medicamentos que se recetan comúnmente se asocian con un mayor riesgo de este trastorno", dice el autor del estudio Mark Olfson, MD, MPH, profesor de psiquiatría y epidemiología en el Irving Medical Center de Columbia University en la ciudad de New York.
En el estudio, cuantos más medicamentos tomaron las personas, mayor era el riesgo de depresión. Alrededor del 7% de los participantes que tomaban una medicina de este tipo se deprimieron, en comparación con el 15.3% de los que tomaban al menos 3 medicamentos.
Esto es preocupante en el caso de los adultos mayores, que pueden tomar varios medicamentos y son más vulnerables a los efectos secundarios de los medicamentos, dice Michael Hochman, MD, MPH, profesor asociado de medicina clínica en la Keck School of Medicines en University of Southern California en Los Angeles.
Sin embargo, incluso si tomas medicamentos asociados a la depresión, no es esta necesariamente la causa. "Es importante tener presente que la mayoría de las personas que toman estos medicamentos, incluso quienes toman 3 o más de ellos, no tienen depresión", dice Olfson.
"En ocasiones, las personas estaban deprimidas antes de comenzar a tomar los medicamentos, o tenían varias afecciones de salud que los deprimían", explica Igor Galynker, MD, profesor de psiquiatría de la Icahn School of Medicine de Mount Sinai en la ciudad de New York.
Por ejemplo, hasta la mitad de las personas con dolor crónico también padecen de depresión u otro trastorno del estado de ánimo, porque las partes del cerebro involucradas en la percepción del dolor también afectan el estado de ánimo.
Sin embargo, es aconsejable tener en cuenta la conexión y saber cuándo un medicamento podría afectar tu estado de ánimo.
9 tipos de medicamentos que pueden causar depresión
Los siguientes tipos de medicamentos son algunos de los que pueden llevar a la depresión:
1. Betabloqueantes e inhibidores de la ACE (medicamentos para la presión arterial): metoprolol, atenolol, enalapril y quinapril.
2. Antidepresivos: sertralina (Zoloft y genérico), citalopram (Celexa y genérico), bupropión (Wellbutrin y genérico) y amitriptilina.
3. Medicamentos contra la ansiedad: alprazolam (Xanax y genérico), clonazepam (Klonopin y genérico), diazepam (Valium y genérico) y lorazepam (Ativan y genérico), así como el sedante zolpidem (Ambien y genérico).
4. Opioides: medicamentos combinados con hidrocodona (Lorcet, Norco, Vicodin, genéricos y otros) y tramadol (ConZip).
5. Corticosteroides: prednisona y otros.
6. Inhibidores de la bomba de protones de venta libre: omeprazol (Prilosec, Zegerid y genérico) y esomeprazol (Nexium y genérico), así como los antiácidos ranitidina (Zantac y genérico) y famotidina (Pepcid y genérico).
7. Medicamentos para alergias y el asma: cetirizina de venta libre (Zyrtec y genérico) y el medicamento con receta montelukast (Singulair).
8. Anticonvulsivos: gabapentina (Neurontin y genérico) y topiramato (Topamax y genérico).
9. Hormonas: estradiol (Delestrogen, Elestrin, EstroGel, y genérico) y finasteride (Proscar, Propecia, y genérico).
Evalúa tu estado de ánimo
Ya sea que tomes varios medicamentos o ninguno, si tu estado de ánimo es bajo durante 2 semanas consecutivas o más, díselo a tu médico. (Tu médico de atención primaria puede realizar un historial completo y ajustar tus medicamentos, cuando sea oportuno. Sin embargo, algunas personas pueden necesitar un psiquiatra para descifrar qué es lo que realmente les sucede).
Otros síntomas de depresión a los que debes prestar atención incluyen la pérdida de interés en actividades que son una fuente de placer, cambios en el apetito o el peso, insomnio o dormir demasiado, fatiga severa, dificultad para concentrarse, sentirse inútil y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
No esperes a que tu médico te pregunte sobre tu estado de ánimo en tu próxima visita, dice Olfson. En un estudio publicado en Psychiatry Online en 2018, únicamente cerca del 3% de las consultas de atención primaria incluían una prueba de detección de depresión.
También puedes hacerte una prueba en línea, como la PHQ-9, dice Michelle Riba, MD, directora asociada del Centro de depresión integral de la University of Michigan en Ann Arbor.
Examina tus medicamentos
Cuando hables con tu médico, pregúntale si alguno de tus medicamentos podría ser la causa. Y considera llevar todos tus medicamentos con receta y de venta libre para que tu médico pueda examinarlos. (Es conveniente que hagas este tipo de "revisión de los medicamentos que utilizas actualmente" al menos una vez al año, ya sea que te sientas deprimido o no).
"En ocasiones, al hacer esto, descubrimos que un paciente ha estado tomando un inhibidor de la bomba de protones para tratar la acidez estomacal durante años, cuando realmente no lo necesita", explica Hochman. "Esto también podría contribuir a su depresión".
Si tu médico no parece estar familiarizado con los efectos secundarios de tus medicamentos, haz una cita con el farmacéutico donde surten tus recetas, sugiere Joan Baird, PharmD, director de práctica farmacéutica y asuntos gubernamentales de American Society of Consultant Pharmacists.
Presta atención a tus nuevos medicamentos
Si bien los síntomas de la depresión relacionada con los medicamentos pueden aparecer en cualquier momento, es más probable que los veas en el primer mes de uso, dice Olfson.
Así que, cada vez que tu médico te recete un nuevo medicamento, pregúntale si la depresión podría ser un efecto secundario.
De ser así, lleva un diario para poder anotar cualquier efecto secundario relacionado con el estado de ánimo que notes. Anota el día y la hora en que aparecen los síntomas y si son recurrentes. Informa inmediatamente a tu médico cualquier síntoma que persista por más de una semana o dos.
Pregunta si debes cambiar tus medicamentos
Si el medicamento parece ser la causa, habla con tu médico. En ocasiones, la solución es tan simple como ajustar la dosis.
Por ejemplo, si tu médico te receta una dosis más baja pero efectiva de un betabloqueante para reducir la presión arterial y tu depresión disminuye, eso puede ser una señal de que los cambios en tu estado de ánimo se relacionaban con el medicamento.
Si la dosis más baja hace poca diferencia en tu estado de ánimo o no funciona bien para tu salud física, tu médico debe recetarte otro tipo de medicamento, aconseja Philip Muskin, MD, profesor de psiquiatría en el Irving Medical Center de Columbia University.
Dependiendo de tu estado de salud, es posible que puedas dejar de tomar un medicamento por completo, pero nunca dejes de tomar un medicamento con receta de uso regular sin consultarlo con tu médico.
Considera estrategias de estilo de vida
Si no es posible que te reduzcan una dosis de manera segura o que no puedas dejar de tomar un medicamento, pregúntale a tu médico acerca de otras formas para que tu estado de ánimo vuelva a un estado normal.
"Podemos hablar con un paciente sobre los cambios de estilo de vida que pueden ser útiles, por ejemplo, comenzar una rutina diaria de caminata si su estilo de vida ha sido sedentario, ya que el ejercicio te puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, o a que tengas más conexiones sociales, ya que el sentido de pertenencia también puede mejorar tu estado de ánimo", dice López.
Un estudio de Southwestern Medical Center en University of Texas de 2011 publicado en la revista Journal of Clinical Psychiatry, por ejemplo, encontró que el 28% de las personas sedentarias que reciben tratamiento para la depresión informaron mejoras en su condición 3 meses después de haber iniciado una rutina de caminata moderada o enérgica.
El siguiente paso podría ser la terapia de conversación y si tu depresión no se alivia lo suficiente, podrías necesitar un medicamento antidepresivo. Pero, no olvides que algunos antidepresivos pueden provocar ansiedad.
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