Pedófilos: novedoso tratamiento

El tratamiento se conoce con el nombre de Proyecto de Prevención Dunkelfeld y funciona en 11 centros diferentes a través de Alemania. Allí las personas que concurren, hombres que sienten atracción sexual por menores de edad, asisten a terapia de grupo tres horas por semana. Ya son unos 430 los que comenzaron este tratamiento y ya hay largas listas de espera, pero más de 5 mil llamaron para saber más sobre este tipo de terapia.

La idea que fundamenta este tratamiento, que se promociona en canales de televisión abierta, es ayudar al agresor para evitar que haya una nueva víctima. 

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¿Qué es la pedofilia?

La psiquiatría define a un pedófilo como un individuo que, en un periodo de al menos seis meses, ha tenido fantasías sexuales recurrentes e intensas, o comportamientos que incluyan la actividad sexual con niños prepúberes o infantes.

Sin embargo, para las autoridades, una distinción es clara: pedófilo aquel que ha actuado según su deseo sexual, no sólo aquel que ha fantaseado. Basándose en estadísticas de abusos, se habla de que estas personas son sobre todo hombres blancos, de por lo menos 16 años, y al menos cinco años mayores que los niños a quienes atacan.

La pedofilia, la atracción sexual hacia los niños que aún no han alcanzado la pubertad,  es un desafío constante para los médicos y profesionales de la salud mental porque involucra muchos temas.

 Dentro de los manuales de psiquiatría se define como  una "parafilia”, que es un comportamiento sexual anormal. El libro de diagnósticos psicopatológicos de la Asociación Americana de Psiquiatría, el Manual de Diagnósticos y Estadísticas de los Trastornos Mentales conocido como DSMV, define a las parafilias como los impulsos sexuales, fantasías, o comportamientos recurrentes e intensos que implican objetos no humanos, el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o que implican niños u otras personas que no consienten.

El DSMV hace una distinción entre intereses sexuales atípicos y desórdenes mentales que involucran estos deseos o comportamientos. En su capítulo sobre parafilias se incluyen ocho condiciones: desorden exhibicionista, desorden fetichista, desorden froteurista, que es el individuo que disfruta del roce de sus genitales con el cuerpo de otra persona, desorden pedofílico, desorden masoquista sexual, sadismo sexual, y desórdenes de travestismo y voyeurismo.

Los investigadores no han encontrado hasta el momento tratamiento efectivo alguno para la pedofilia, por eso esta propuesta alemana despertó el interés en varias partes del mundo.

Con respecto a la percepción que tiene el pedófilo de sí mismo, el DSMV advierte que la persona que padece este problema siente cierta incomodidad sobre ese interés, no solamente debido a la desaprobación de la sociedad. Y es en ese punto que se basa el tratamiento propuesto que invita a los pedófilos a pedir ayuda para superar o controlar sus impulsos.

Algunos sólo se quedan en el plano de la fantasía, explican los expertos. No todos los pedófilos son abusadores de niños, y no todos los abusadores de niños son pedófilos.

"Clínicamente sabemos que las fantasías sexuales patológicas son aquellas que involucran a parejas sin su consentimiento, que inducen dolor a otras personas o que son absolutamente necesarias para obtener satisfacción, pero aparte de eso, ¿qué son exactamente las fantasías anormales o atípicas?”, indicó Christian Joyal, autor de un reciente estudio publicado canadiense publicado en la revista científica Journal de Sexual Medicine.

 Una investigación reciente estableció que entre el 3% y el 5% por ciento de los hombres, de todos los orígenes sociales y económicos, podrían sentirse atraídos sexualmente por niños. Algunos sienten la atracción sólo por niñas, otros por varones y algunos por ambos.

"No hay un pedófilo típico como piensa la gente. Somos personas normales y diferentes entre nosotros. La única cosa que tenemos en común es una atracción sexual hacia los niños. Estoy aprendiendo a controlar el lado sexual de mis sentimientos", dijo uno de los hombres que participó en el nuevo proyecto en Alemania, en una entrevista con la prensa.

¿Quieres a los niños más de lo que deberías? Hay ayuda. Es uno de los mensajes de la campaña.

"Se trataba de conocer un lado de mí que yo que había escondido y del que no me gustaba pensar. Es muy doloroso reconocer que eres un pedófilo. Era como estar delante de un espejo, y pensar: '¿Qué clase de monstruo soy?' Pero era también muy saludable para mí ponerme frente al espejo y decir: Soy un pedófilo, pero está bien, no voy a hacer nada malo...es muy importante aceptarme y ser capaz de pensar que la pedofilia es una parte de mí, pero no es lo que me define, mis acciones son las que me definen".

Cómo funciona el tratamiento

El tratamiento  que se ofrece se encuentra dentro de un marco teórico cognitivo y conductual, que analiza el comportamiento sexual en el pasado, cómo se fueron dando las circunstancias y los sentimientos asociados, con el fin de elaborar estrategias diferentes para evitar situaciones que puedan ser abusivas en el futuro.

Se trabaja con estas personas sobre la base de generar un cambio de actitudes, de evitar en todo momento estar a solas con un niño, de comprender que el contacto sexual con un niño nunca es consensuado ya que el niño no entiende lo que sucede y si es una persona que ya cometió un abuso, se trabaja sobre el auto control y el auto regulamiento de sus conductas para no repetirlas, explicó en un reportaje una de las coordinadoras del programa Anna Conrad, del Hospital Charité de Berlín.

Los programas del FBI que están vigentes en Estados Unidos apuntan sobre todo al encarcelamiento y búsqueda masiva de individuos que abusaron sexualmente de niños y se basa mucho en la ayuda del público en general.