Un doctor chino cree que darse golpes con las manos en las diferentes partes del cuerpo (él enseña cómo y dónde) es una forma de sanación.
Xiao Hongchi es una sensación en China y da conferencias permanentemente promoviendo el método Paida Lajin, que implica que los pacientes reciban o se apliquen golpes durante al menos 20 minutos.
Paida involucra darse palmadas ("pai" en chino) y golpes con la mano abierta ("da") sobre la piel, mientras que Lajin implica adoptar varias posiciones para estirar los músculos.
Como expresa en su página web, Hongchi cree que el método Paida Lajin es barato, seguro, sencillo y no tiene contraindicaciones. Los participantes palmotean enérgicamente partes de su cuerpo, particularmente las regiones de las articulaciones y la cabeza, hasta que la piel se ruboriza o empieza a verse amoratada. De ahí que genere tantas dudas.
El método está vinculado en gran parte al concepto de la medicina tradicional china conocida como "sha", la creencia que la sangre puede estar envenenada por toxinas que tienen que ser expulsadas, y sus seguidores creen que mejora la circulación de la sangre y que se expulsa lo negativo.
Xiao manifiesta que cuando se manifiesta el "sha", es señal de enfermedades latentes, pero los críticos señalan que la terapia produce ruptura de los vasos sanguíneos y hematomas en la piel, que casi siempre son el producto final de la sesión.
La inusual terapia promete tratar con éxito a pacientes que padecen desde Alzheimer hasta enfermedades mentales, pasando por los catarros, dolores corporales, derrames cerebrales, parálisis, falla renal y hasta cáncer. Además, en su página Xiao recomienda involucrar a niños con autismo en "juegos de palmadas" donde se golpean los unos a otros en las extremidades, cabeza, manos y pies.
Xiao alcanzó la fama en 2009 cuando publicó su libro "El Mundo de la Medicina: El Método Paida Lajin de Autocuración". Y de ahí en más, estuvo y sigue presente en muchos programas de TV de Taiwán para promover su método y ha realizado talleres para enseñar la técnica en China, Hong Kong, Taiwán, Malasia y Singapur. Recientemente, también lo llevó a India, Estados Unidos, Alemania y Australia.
Pero sus métodos son criticados y resistidos por carecer de bases científicas o médicas, y porque puede provocar serias lesiones en las personas.
Él se defiende diciendo: "No hay que temerle a las manchas coloridas de sha, a la hinchazón o inflamación en las áreas que han sido golpeadas. Estas son reacciones buenas de curación”.
Como testimonio, su página web incluye relatos de padres de familia que dicen haber palmoteado a sus hijos para curarlos de fiebres, bronquitis y virus estomacales.