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Meditación, aliada contra la migraña

Los hallazgos publicados en Headache: The Journal of Head and Face Pain, de la Sociedad Americana del Dolor de Cabeza, refiere que practicar 45 minutos de meditación cinco días en una semana tiene un impacto muy positivo para reducir el número de episodios de migraña.

El estudio fue diseñado para evaluar la seguridad, viabilidad y efectos de la meditación en adultos con migrañas. Para ello, los participantes fueron asignados aleatoriamente a dos grupos, uno de ellos recibió una intervención con meditación y el otro la atención médica estándar.

| Foto: SHUTTERSTOCK

Los voluntarios del primer grupo asistieron a 8 clases semanales para aprender técnicas de meditación y fueron instruidos para practicar 45 minutos en sus casas al menos cinco días por semana. Además, fueron evaluados antes y después del período de prueba y se hizo un registro sobre la frecuencia, severidad y duración de sus migrañas.

Encontramos que los participantes del grupo de meditación tendían a tener menos migrañas y menos graves", dijo Rebecca Erwin Wells, autor principal de la investigación. "Los efectos secundarios incluyeron dolores de cabeza que eran de menor duración y menos incapacitantes, y aumento su atención", añadió. En concreto, presentaron 1.4 menos migrañas al mes menos graves y significativamente más cortas en comparación con el grupo control.

Basándose en estos resultados, los investigadores consideran que la meditación es una terapia segura y factible para los adultos con migrañas. "Para los aproximadamente 36 millones de estadounidenses que sufren de migrañas, hay gran necesidad de estrategias no farmacológicas de tratamiento, y los médicos y los pacientes deben saber que la meditación es una intervención segura que podría disminuir el impacto de la migraña", concluyó Wells.

Más sobre la meditación

Natural Standard, empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa refiere la meditación en sus diversas formas se ha practicado desde hace miles de años por todo el mundo, con variadas técnicas espirituales que se originan en las prácticas filosóficas y religiosas del Oriente. En los tiempos modernos, se utilizan numerosos tipos de meditación, muchos de ellos por fuera de sus contextos religiosos y culturales originales.

Generalmente, la meditación se practica en un ambiente silencioso, en posición confortable. Las sesiones varían en duración y número de ocasiones en que se practica cada día. Se recomienda que se medite a la misma hora, cada día.

La meditación de respiración consiste en enfocarse en el proceso de inhalación y exhalación. Los ejercicios de respiración profunda que se enseñan en las clases prenatales son una variación de este tipo de meditación; contar mientras se respira puede ofrecer un foco meditativo.

Se han formulado numerosas teorías sobre los mecanismos de acción y potenciales efectos benéficos de la meditación. Se ha sugerido que reduce la actividad del sistema nervioso simpático, el cual es responsable de la respuesta "defensa o huida," lo que lleva a un ritmo cardiaco menor, disminución de la presión arterial, respiración lenta y relajación muscular.

Un dolor universal

Casi todas las personas han tenido un dolor de cabeza alguna vez. Es la razón más común por la cual la gente falta al trabajo, a la escuela y consulta al médico. Más de 37 millones de estadounidenses sufren de migraña, y las mujeres que se ven afectadas tres veces más que los hombres.

El dolor de cabeza es experimentado con más frecuencia entre las edades de 15 y 55 años, y del 70% al 80 % de los pacientes tienen antecedentes familiares de migraña, según la Fundación Nacional de la Cefalea.

Entre los factores que pueden desencadenar ataques de migraña se pueden mencionar: la alteración del ciclo sueño-vigilia, retrasar o saltar una comida, medicamentos que causan una inflamación de los vasos sanguíneos, uso diario de medicamentos diseñados para aliviar los ataques de dolor de cabeza, luces brillantes, la luz del sol, luces fluorescentes, la TV, ciertos alimentos y el ruido excesivo. El estrés y /o la depresión también son factores desencadenantes importantes.

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