Las vitaminas y los minerales se publicitan como un producto que te mantiene saludable. Pero podrían traer más riesgos que beneficios, conforme envejecemos.
“Los suplementos son más útiles cuando se utilizan para reemplazar deficiencias dietéticas,” dice el consejero médico en jefe de Consumer Reports, Marvin M. Lipman, M.D. “Por lo tanto, la mayoría de nosotros no los necesita. Este uso innecesario podría ser dañino, especialmente si también tomas medicamentos que requieren de receta médica.”
Además, la evidencia que apoya a los suplementos a menudo es sospechosa o los resultados son contradictorios y debido a las regulaciones permisivas, no siempre puedes estar seguro sobre qué contienen. Los siguientes 4 podrían ser especialmente dañinos para tu salud si tienes más de 50 años.
Ácido fólico o vitamina B9
El ácido fólico (vitamina B9) ha sido sugerido, para ayudar a proteger contra la enfermedad de Alzheimer, la depresión y las enfermedades cardíacas, aunque esto no se ha comprobado.
Pero un estudio reciente publicado por la revista científica American Journal of Clinical Nutrition liga el exceso de folato (incluyendo al ácido fólico) a ardor, cosquilleo o adormecimiento en las extremidades de personas con una variación genética común. “Las probabilidades son 7 veces más altas para aquellos que consumieron más de 0.8 mg diarios,” dice el coautor Ligi Paul, Ph.D., del Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging (un centro de investigación sobre el envejecimiento) en Tufts University.
Además, tomar desde 300 mcg o 0.3 mg al día puede enmascarar una deficiencia de B12, lo cual es relativamente común en adultos mayores, dice la directora médica de Consumer Reports, Orly Avitzur, M.D. “Si no es diagnosticado, puede llevar a lesiones nerviosas, problemas cognitivos y hasta problemas psiquiátricos,” dice.
El ácido fólico también puede reducir la efectividad del medicamento fosfenitoina (Cerebyx y genéricos) recetado para convulsiones y del medicamento para cáncer metotrexato (Rheumatrext y genérico).
¿Quién podría necesitarlo? Las mujeres que están embarazadas o planean embarazarse, para prevenir defectos de nacimiento.
Calcio
Podrías tomar suplementos de calcio para fortalecer tus huesos, los que pueden debilitarse con la edad. Pero su uso regular puede incrementar el riesgo de padecer de cólicos renales y posiblemente de enfermedades cardíacas.
Un estudio en el Journal of the American Heart Association de octubre de 2016 descubrió que las personas que tomaban suplementos de calcio a lo largo de un periodo de 10 años eran más propensos a acumular placa arterial, lo que puede llevar a ataques cardíacos. El calcio como suplemento también puede interactuar de forma negativa con algunos medicamentos para el corazón y la tiroides.
¿Quién podría necesitarlo? Las personas que comen poco o nada de alimentos ricos en calcio como productos lácteos y vegetales de hoja.
Hierro
La anemia, o los niveles bajos de hierro en la sangre, son más comunes con la edad. Pero ingerir demasiado hierro puede enmascarar los síntomas de la anemia, la cual puede ser causada por sangrados internos y puede llevar a que el diagnóstico no sea certero.
Los suplementos de hierro también pueden inhibir la absorción de ciertos antibióticos y medicamentos para reducir la presión sanguínea como el captoprilo (Capoten y genéricos). Y si tienes hemocromatosis, una condición genética común, las píldoras de hierro podrían llevarte a una sobredosis de nutrientes en los órganos vitales, potencialmente causando síntomas de diabetes, problemas cardíacos y daño hepático.
¿Quién podría necesitarlo? Las personas con un diagnóstico de anemia por deficiencia de hierro.
Vitamina E
Algunas personas dicen que estos suplementos ayudan a prevenir el cáncer, la demencia y las enfermedades cardíacas, pero hay pocas pruebas que demuestren esto y muchas razones para evitarlas.
Las investigaciones han ligado el uso regular a un riesgo 13% más alto de fallas cardíacas en ciertas poblaciones. Un estudio publicado en JAMA en 2011 también encontró que tomar 400 unidades diarias podría aumentar las probabilidades de cáncer de próstata en un 17%.
Los suplementos de vitamina E también podrían volver menos efectivos a algunos medicamentos de quimioterapia.
¿Quién podría necesitarlo? Nuestros expertos no lo recomiendan para nadie.
Otros suplementos para considerar
La mayoría de nosotros obtenemos todas las vitaminas y minerales que necesitamos de los alimentos. Pero quizás quieras preguntarle a tu médico sobre los siguientes suplementos:
Vitamina D: Podría tener sentido si te han diagnosticado osteoporosis, recibes poca luz solar o casi no ingieres alimentos ricos en vitamina D como pescado graso, huevos y leche fortificada.
AREDS2 (Una mezcla de vitaminas C y E, cobre, luteína, zaaxanthina y zinc): Tiene sentido si tienes degeneración macular relacionada a la edad, una de las principales causas de pérdida de la visión.
Vitamina B12
Podría tener sentido si eres un vegano estricto o si consumes de forma regular ciertos tipos de medicamentos para la acidez, o metformina, un medicamento para la diabetes.