Nuestras emociones afectan todos los ámbitos de nuestra vida y cuando estás siguiendo un programa de pérdida de peso puede ser que la ansiedad, el estrés o la depresión interfieran con tu motivación y el seguimiento de tu plan.
Si te sientes triste, buscas pretextos para no hacer ejercicio o seguir tu plan y piensas que no vale la pena el esfuerzo, podrías estar presentando depresión.
Otros signos de depresión son los siguientes:
• Tienes dificultad para dormir o exceso de sueño
• Experimentas un cambio dramático en tu apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso
• Sientes fatiga y falta de energía
• Sientes que no vales nada
• Tienes dificultad para concentrarte
• Sientes agitación, inquietud e irritabilidad
• No tienes ganas de hacer nada ni de ver a nadie
La baja autoestima frecuentemente está asociada con depresión, al igual que los arrebatos repentinos de ira y falta de placer en actividades que normalmente hacen feliz a la persona, incluyendo la actividad sexual.
Si crees que puedes estar experimentando depresión te recomendamos que busques la ayuda de tu médico, ya que el tratamiento correcto con medicamentos y/o terapia puede ayudarte mucho y motivarte a lograr tu meta.
Por último, como ya mencionamos en semanas previas, el estrés genera ansiedad y eso no hace comer de más. Por eso es tan importante que aprendas a controlar tus niveles de estrés y sobretodo, que puedas reconocer las situaciones que generan ese estrés para poder evitarlos lo más que se pueda.
Los siguientes links te ayudarán a guiarte dentro de tu plan: