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Día 1. Almacena bien tus alimentos

Después de comprar tus alimentos debes asegurarte de que se conserven en buen estado hasta que vayas a utilizarlos por medio de un buen almacenamiento.

Existen diferentes formas para almacenar los alimentos dependiendo de las características de cada uno. El almacenamiento te permite tener en orden la cocina y evita que se originen plagas de ratas, cucarachas, hormigas u otros insectos.

Día 1.  Almacena bien tus alimentos

La refrigeración

Refrigerar o congelar la comida te permite conservarla por más tiempo, además es muy útil cuando preparas tus alimentos con anticipación, pues te permite almacenarlos adecuadamente para luego utilizarlos cuando los necesitas. Cuando refrigeras tus alimentos, éstos se conservan a una temperatura de 0 a 4 ºC y cuando los congelas por debajo de - 18 grados.

Antes de refrigerar tus alimentos es recomendable que los guardes en recipientes no muy altos para que el frío llegue a toda la comida, que tapes bien la carne y cualquier líquido que pudiera llegar a derramarse y que escribas en los recipientes el nombre del alimento y la fecha de su preparación para que tengas un mejor control sobre tus alimentos.

Una vez que lo hagas, revisa la temperatura del refrigerador y congelador para garantizar que sea la correcta y puedas almacenar tus alimentos.

Los productos que requieren refrigeración deben ser los primeros que almacenes. Debes acomodar hasta atrás los alimentos que no se descomponen tan rápido como aquellos que están sellados y en la parte de adelante, aquellos alimentos que tienen la fecha de caducidad más próxima, los que se descomponen más rápido, la comida preparada y aquellos que ya hayan sido abiertos.

Cuando vayas a descongelar tus alimentos, la mejor manera de hacerlo es primero pasarlos del congelador al refrigerador en lugar de sacarlos para que se descongelen al aire libre porque pueden echarse a perder.

Almacenamiento a temperatura ambiente

En el caso de los alimentos que no necesitan refrigeración como: refrescos, algunos víveres, alimentos enlatados, etc., es importante que reserves un espacio exclusivo para ellos.

Nunca debes de almacenarlos en el mismo lugar donde guardas los productos de limpieza o insecticidas, pues podrían llegar a contaminarse e intoxicarte.

En el caso de algunas frutas que pueden almacenarse a temperatura ambiente, es conveniente que las protejas para evitar que entren en contacto con los insectos.

Si el lugar donde vives es muy húmedo, caluroso o hay animales cerca, lo mejor es refrigerar los alimentos que se puedan conservar así y los otros los conserves en un lugar fresco y con buena temperatura. 

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