El ejercicio es importante para que mantengas el buen funcionamiento de tu sistema cardiovascular, así como para que acondiciones tus músculos y ganes fuerza y flexibilidad. Existen ejercicios apropiados para cada uno de estos objetivos.
Ejercicios aeróbicos: 
Los ejercicios aeróbicos mejoran tu condición cardiovascular y buscan mejorar la capacidad que tiene tu cuerpo para suministrar oxígeno adecuadamente a todos los tejidos para la realización de una actividad prolongada.
Para que logres un acondicionamiento cardiovascular apropiado, debes realizar actividades continuas, que involucren el uso de los músculos más grandes de tu cuerpo (como las piernas) y de manera rítmica. Por ejemplo, caminar, saltar la cuerda, montar bicicleta, bailar, patinar, nadar, usar la máquina caminadora o la bicicleta estacionaria.
Ejercicios de resistencia:
Estos ejercicios aumentan tu fuerza y resistencia muscular, disminuyen tu grasa corporal total y ayudan a que tu cuerpo se vea más firme y con mejor forma.
Algunos ejemplos de este tipo de ejercicios son el entrenamiento con pesas, los ejercicios abdominales y la calistenia.
Ejercicios de estiramiento:
Para complementar el acondicionamiento físico es conveniente que realices ejercicios de elasticidad, los cuales consisten en estirar los principales grupos musculares. Estos ejercicios son una excelente opción para complementar tus sesiones de calentamiento y enfriamiento.
Aunque algunos ejercicios de estiramiento los puedes realizar al inicio o al final de cualquier tipo de entrenamiento, hay disciplinas como el yoga o el Tai-Chi, que se enfocan específicamente en el estiramiento.
Los siguientes links te ayudarán a guiarte dentro de tu plan:
