¿Cuánto cuesta un test para detectar infecciones sexuales?

Cada vez es más fácil hacerse un test para una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Centros comunitarios, clínicas en farmacias, hospitales, consultorios privados. Hay muchas opciones para saber si necesitamos algún tratamiento, solo hacen falta la voluntad... y algo de dinero.

La mayoría de las infecciones sexuales —como la clamidia, la gonorrea, la sífilis— son tratables y curables si se detectan temprano, aunque especialmente la última puede complicarse si no se realiza ningún tratamiento. Otras como el Virus del Papiloma Humano (HPV), se pueden prevenir con una vacuna que se administra en la pubertad, o puede tratarse más tarde en la vida.

Y el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) también puede prevenirse con el uso del condón, y, de adquirirlo, puede tratarse de manera crónica si se detecta a tiempo.

Son todas muy buenas noticias como para hacerse estas pruebas.

Pero, ¿cuánto cuestan?

Si tienes seguro, estas pruebas  muchas veces se cubren sin costo para el paciente. De lo contrario, los gastos de bolsillo típicos pueden representar un copago de laboratorio de $10 a $30 por prueba.

Para las personas que no tienen cobertura médica, las pruebas de ETS realizadas en el consultorio de un médico generalmente cuestan de $50 a $200 cada una, dependiendo del tipo de test. 

Si la persona no quiere ir a su médico de cabecera porque no quiere que estos resultados queden archivados en su historia clínica, organizaciones como Planned Parenthood las ofrecen gratis a o muy bajo costo.

Algunos centros médicos ofrecen "paquetes" de varias pruebas por un precio fijo que puede oscilar entre $300 o $400. 

Los estudiantes generalmente pueden hacerse las pruebas de ETS con descuento en el centro de salud de su universidad.

Para el VIH, hay una kit para hacerse el test en el hogar, aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), llamado Oraquick. Cuesta $35 y en general las aseguradoras no reembolsan su costo. 

Muchos planes médicos cubren pruebas para algunas ETS como parte del chequeo anual, o para pacientes de alto riesgo, como aquellos con múltiples parejas, o si lo ordena un médico como resultado de haber observado ciertos síntomas.