Poco más de un tercio de los estadounidenses utiliza la bicicleta, ya sea como medio de transporte o para recreación, según una encuesta del año 2015 de Breakaway Research Group. Para otras personas, el ciclismo es un deporte que practican de forma habitual.
Algunos estudios habían advertido sobre los problemas de erección que podían experimentar los hombres como una consecuencia involuntaria de pasar demasiado tiempo montado en una bicicleta. Ahora, investigadores que compararon a ciclistas con corredores y nadadores descubrieron que su salud sexual y urinaria era similar. La conclusión de la nueva investigación, publicada en The Journal of Urology, fue que el ciclismo no afecta negativamente la salud sexual o la función urinaria de los hombres.
"Este es el mayor estudio comparativo hasta la fecha, explorando las asociaciones entre ciclismo con la función sexual y urinaria. Creemos que los resultados serán alentadores para los ciclistas. El ciclismo proporciona enormes beneficios cardiovasculares y es de bajo impacto en las articulaciones. Creemos que los beneficios para la salud que disfrutan los ciclistas exceden los riesgos para la salud", destacó el investigador principal Benjamin Breyer, del departamento de urología de la Universidad de California en San Francisco.
Función eréctil
Los investigadores encuestaron a unos 2,774 ciclistas del Reino Unido, EE.UU. Canadá, Australia y Nueva Zelanda, junto con 539 nadadores y 789 corredores que respondieron un cuestionario sobre diversos aspectos de la salud sexual, además de infecciones del tracto urinario (ITU), estenosis uretrales, entumecimiento genital y llagas en la silla de montar.
La salud sexual y la función urinaria fueron comparables en los tres grupos, según el estudio, aunque algunos ciclistas eran más propensos a las estenosis uretrales: un estrechamiento de la uretra.
Tampoco hubo una diferencia estadísticamente significativa entre los ciclistas de alta intensidad, aquellos que habían completado un ciclo de más de dos años más de tres veces por semana y un promedio de más de 25 millas por día, y los ciclistas recreativos.
Los ciclistas de alta intensidad tuvieron mejores puntajes de la función eréctil en general que los ciclistas de baja intensidad. Ni las características de la bicicleta ni de las carreteras parecían tener un impacto negativo en los ciclistas.
Los ciclistas sí tuvieron mayores probabilidades estadísticamente significativas de entumecimiento genital, halló el estudio. Pero al mantenerse en pie más del 20% del tiempo mientras pedaleaba, las probabilidades se redujeron.
Los investigadores destacaron que en el trabajo futuro mirarían más de cerca a aquellos que habían informado entumecimiento para ver si esto era un predictor de problemas futuros.