La vida de los adultos suele ser muy activa y llena de responsabilidades, el trabajo, informarse y actualizarse para mantenerse competitivo en la labor que se desempeña, las diligencias y quehaceres diarios, el tráfico, mantener un hogar funcionando. Dedicar tiempo a los problemas familiares que afectan por su urgencia, pueden distraernos de muchas cosas, como por ejemplo la salud mental de nuestros hijos.
Podemos caer en el error de pensar que los niños pequeños no tienen problemas, que quizás sus inconvenientes son menores. Incluso podríamos pensar que si no nos llaman del colegio por alguna situación todo está bien.
Deseamos que los niños no tengan dificultades y en general la primera reacción es negar, no querer verlas, o disminuirlas para no angustiarse.
Si bien esta actitud protege al adulto del sufrimiento emocional que significa reconocer o darse cuenta que su hijo tiene alguna dificultad, él no abordar sus problemas a tiempo puede afectar su desempeño actual y futuro, limitando sus oportunidades.
Cuando solicitar ayuda profesional
El diagnosticar e intervenir de manera oportuna alguna condición médica y/o mental permite evitar complicaciones y la respuesta terapéutica suele ser más rápida y efectiva.
En el caso de los niños por estar en pleno proceso de desarrollo, el impacto de una condición puede ser importante, pero su capacidad de recuperación suele ser muy buena, sobre todo si la atención, el tratamiento y la rehabilitación ocurren de manera rápida.
Solemos responder rápidamente cuando un trastorno físico afecta a nuestros niños, pero cuando el problema se relaciona con una dificultad de tipo mental, por lo general se detectan más tarde, y se tiende a reaccionar con resistencia, y de manera evasiva.
Trastornos del desarrollo neurológico en la infancia
En ocasiones se piensa que es algo pasajero, que se resolverá de manera espontánea con el crecimiento y la madurez, o se le juzga, descalifica y trata con brusquedad e impaciencia.
Existen una cantidad de trastornos en el ámbito mental que pueden afectar a los niños, que en conjunto se denominan trastornos del desarrollo neurológico o de la infancia.
Problemas de aprendizaje
Se habla mucho de trastornos del espectro autista, del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, pero hay otros trastornos como por ejemplo los problemas de aprendizaje de los que debemos estar atentos, como por ejemplo: el trastorno específico del aprendizaje con dificultades en la lectura, trastorno del desarrollo del lenguaje, en la expresión escrita, o con dificultad en las matemáticas.
Cualquier duda que implique un trastorno en el desarrollo de tu hijo, acude con un especialista en el área para una orientación y tratamiento adecuado.