Del 1 al 2% de la población general sufre de trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Es al final de la edad escolar y la adolescencia cuando en general comienzan los primeros síntomas del TOC. Este se caracteriza por la presencia de ideas obsesivas y compulsiones patológicas.
Las ideas obsesivas son pensamientos e imágenes repetitivas y persistentes que la persona considera inapropiados. Por este motivo intenta y hace un esfuerzo, generalmente infructuoso para suprimirlas y rechazarlas. Su frecuencia e intensidad provocan sufrimiento, y un estrés importante en la persona que lo presenta.
Compulsión
La compulsión es una acción que en general sigue a la idea obsesiva, tiene como finalidad aliviar la ansiedad y angustia que generan estos pensamientos.
Ideas obsesivas
Las ideas obsesivas son tan persistentes que siembra en la persona dudas sobre la posibilidad de que ocurran. Son frecuentes las ideas de orden, chequeo, contaminación, ideas de contenido sexual e imágenes violentas.
Una idea de este tipo pudiera ser: “Por todos lados hay microbios y virus que me van a contagiar de una enfermedad grave”. En el obsesivo la persistencia de la idea afecta su capacidad para concentrarse en otra actividad.
Trata de no pensar en ella pero vuelve a la conciencia, por lo que decide lavarse las manos con desinfectantes. El lavarse alivia la angustia momentáneamente, pero la idea vuelve con tal intensidad que necesita repetirlo.
Algunos pacientes incluso hacen lesiones en la piel por el daño realizado con los detergentes, desinfectantes y el lavado excesivo.
En el caso de los niños hay un periodo de la infancia donde se pueden presentar de manera normal ideas repetitivas, pero no son percibidas por el niño como raras o inapropiadas, por lo que no necesita rechazarlas o resistirse a ellas. Incluso puede dejar de percibirlas con poco esfuerzo.
Hay una circunstancia no tan frecuente en la cual algunos niños experimentan una aparición brusca y aguda de ideas obsesivas y compulsiones, esto relacionado con el antecedente de infección por estreptococo del grupo A (PANDAS) incluso algunos niños pueden presentar Tics.
Necesidad de tratamiento profesional oportuno
El TOC genera incapacidad y sufrimiento en quien lo padece, llegando algunos pacientes con casos severos, a tener que ser hospitalizados.
En los niños puede afectar incluso de manera importante el desarrollo de su personalidad.
Es fundamental recibir atención y tratamiento. Los más usados son una combinación de psicofármacos y psicoterapia de tipo conductual.