La mayoría de los padres piensan que el riesgo de ahogamiento termina cuando su hijo sale de la piscina o llega a la costa. Sin embargo, el peligro puede permanecer incluso después de que el tiempo de natación de un niño haya terminado. La confirmación de este peligro se manifestó recientemente cuando un pequeño de Texas murió varios días después de haber estado nadando: es lo que se conoce como ahogamiento seco o ahogamiento secundario.
Según los padres de Frankie, el niño experimentó vómitos y diarrea después de haber nadado, pero creían que estos síntomas se debían a una bacteria en el aparato digestivo. Una semana después, el pequeño falleció.
En el hospital donde los médicos ya nada pudieron hacer, encontraron agua en sus pulmones y alrededor de su corazón.
Aunque los incidentes de ahogamiento seco y ahogamiento secundario son raros, pueden ocurrir en cualquier lugar desde una hora hasta varios días más tarde.
Según el Dr. Mark A. Mitchell, experto en emergencia osteopática de la American Osteopathic Association, el ahogamiento seco y el ahogamiento secundario pueden ocurrir después de inhalar agua por la nariz o por la boca.
En casos de ahogamiento en seco, el agua se aloja en las cuerdas vocales y provoca un espasmo en las vías respiratorias, lo que impide la respiración. En cambio, el ahogamiento tardío o secundario ocurre cuando ingresa agua a en los pulmones del nadador. El agua se acumula y con el transcurso del tiempo, causa dificultades respiratorias que pueden llevar a la muerte.
¿Cuáles son las señales de advertencia?
Mientras que los síntomas de ahogamiento seco ocurren típicamente justo después de un incidente en el agua, los síntomas de ahogamiento secundario pueden aparecer horas después de un incidente como tragar agua. Si su hijo recientemente ha tenido una experiencia cercana al ahogamiento, o ha tragado una gran cantidad de agua, el Dr. Mitchell sugiere observar las siguientes señales de alerta:
- Dificultad para respirar
- Tos
- Somnolencia o caída del nivel de energía
- Irritabilidad
- Dolor de pecho
- Vómito
"Esté atento a los cambios repentinos en el comportamiento", aconseja el Dr. Mitchell. "Muchos padres no reconocen los signos de un ahogamiento secundario porque creen que su hijo está cansado tras un largo día de natación, o agotado por casi ahogarse en la piscina, pero si algo le ha sucedido, es importante examinarlo como medida de prevención" agrega.
"Hay que tratar el ahogamiento seco y secundario como una emergencia médica. Si usted o alguien que usted conoce comienza a exhibir estas señales, vaya al hospital" dice el Dr. Mitchell. Su médico puede determinar si las vías respiratorias están bloqueadas, si hay agua en los pulmones o los niveles de oxígeno son bajos. Una vez diagnosticado, un médico será capaz de proporcionar el mejor tratamiento.
¿Cómo se puede ser prevenir?
Para ayudar a prevenir ésta y otras lesiones y emergencias relacionadas con el agua, el Dr. Mitchell aconseja:
- Enseñe la seguridad del agua, incluyendo no bucear en aguas poco profundas y nadar solamente en áreas con salvavidas.
- Ayude a sus hijos a aprender a nadar lo antes posible.
- Asegúrese de que las piscinas estén debidamente vigiladas.
- Advierta a los adolescentes del riesgo de nadar bajo la influencia de drogas y alcohol.
- Nunca deje que los niños naden solos. Vigílelos cuando los vea nadar o jugar alrededor de grandes y pequeños lugares con agua como piscinas de plástico o bañeras.
- Desaliente el juego violento en el agua y alrededor del agua.
- Mantenga el cuidado del agua durante todo el año.
Al igual que muchos accidentes, el ahogamiento seco y secundario se pueden prevenir. "Nunca baje la guardia y siempre esté atento a los cambios repentinos en el comportamiento después de que su hijo haya estado en el agua", concluye el Dr. Mitchell.