Al menos 9 niños han sido diagnosticados con una rara enfermedad neurológica llamada mielitis flácida aguda (AFM por su sigla en inglés), en el estado de Washington, informó el Departamento de Salud.
Allí un niño de 6 años, Daniel Ramírez, falleció tras haber presentado síntomas neurológicos. Sus padres declararon a CNN que llevaron a su hijo al hospital porque tenía signos similares a un resfriado y se sentía mareado. En pocas horas, dijeron, estaba paralizado, y nunca se recuperó.
Funcionarios estatales están investigando un "grupo potencial" de mielitis flácida aguda, una enfermedad altamente infecciosa similar a la poliomielitis que afecta principalmente a los niños.
Al igual que la poliomielitis, la AFM afecta el sistema nervioso del cuerpo y puede causar parálisis de por vida. Pero a diferencia de ésta, no se puede prevenir con una vacuna.
Aunque los médicos sospechan que Daniel tenía AFM, el Departamento de Salud del Estado de Washington expresó que no se ha confirmado el diagnóstico oficial.
Los 9 menores enfermos -de entre 3 y 14 años- fueron hospitalizados en el Hospital de Niños de Seattle después de desarrollar síntomas que incluyen debilidad o pérdida de movimiento en uno o más de sus extremidades. De ese grupo, 5 fueron dados de alta, 3 permanecen hospitalizados y otro falleció el domingo 31 de octubre.
Una enfermedad grave
Funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) declararon que están "preocupados por el aumento de casos de AFM en los últimos meses". Desde el inicio de 2016 hasta septiembre, hubo 89 casos en 33 estados, mientras que en 2015 hubo sólo 50 casos en todo el año, y el pico máximo estaría en 2014, con 120 casos.
La mielitis flácida aguda (AFM) es una condición que afecta al sistema nervioso, específicamente la médula espinal, que puede resultar de una variedad de causas, incluyendo infecciones virales.
La AFM se caracteriza por una debilidad repentina en uno o más brazos o piernas, junto con la pérdida de tono muscular y reflejos disminuidos o ausentes. Algunos pacientes pueden tener dolor o adormecimiento.
En algunos casos, la disfunción de los nervios que controlan la cabeza y el cuello, que deriva en debilidad facial, dificultad para tragar o caída de los ojos, puede acompañar a la debilidad de la extremidad, informan los CDC: