Los padres y otras personas que cuidan a los niños pueden causarles un gran daño emocional. La intimidación, el menosprecio y la humillación, forman parte del maltrato psicológico. En estos casos, tanto los niños como los padres deben recibir ayuda, dice un nuevo informe de la AcademiaAmericana de Pediatría.
"El maltrato psicológico es tan dañino como otros tipos de maltrato", dice el informe publicado en la revista Pediatrics. Sin embargo, no se reconoce ni está tan estudiado como el abuso físico o sexual, según la conclusión de un equipo de autores que incluye a miembros de la Asociación Americana de Niño y Psiquiatría del Adolescente.
Puntos clave
“Es un tema preocupante que hasta los expertos deben luchar por descubrir cuándo las palabras o acciones cruzan la línea de un trato ideal y se transforman en abuso emocional”, dice una de las autoras del estudio, la Dra. Roberta Hibbard, directora de programas de protección infantil de la Universidad de Indiana y de Riley Hospital for Children, de Indianápolis, EU.
Es un abuso cuando "una interacción entre un padre y un hijo causa daño y ocasiona dificultad emocional al niño en su bienestar y desarrollo", afirma Hibbard. “Cualquier cosa, desde los insultos reiterados a las amenazas, hasta ignorar al niño, puede causar daño. Una simple palabra, como llamarlo “estúpido” puede ser el punto de origen para que el niño manifieste varios problemas", concluye la investigadora.
El informe de la Academia Americana de Pediatría dice que el abuso emocional:
- Está relacionado con ciertas enfermedades mentales, la delincuencia, la agresividad, problemas escolares y problemas de por vida para relacionarse.
- Es especialmente dañino en los tres primeros años de vida.
- La forma más común de maltrato infantil es el abuso psicológico grave, reportado en un 8% a 9% de las mujeres y en el 4% de los hombres, según los estudios realizados en EU y el Reino Unido.
A pesar de la magnitud del problema, aún hay poca investigación sobre la prevención del abuso emocional o la forma de ayudar a los niños maltratados.
Los programas generales de educación que se basan en las técnicas de crianza positiva, son de gran ayuda, ya que pueden ser más específicos para las familias de alto riesgo. El informe sugiere a los pediatras que se trate de educar a los padres y que se busque la forma de llegar a las familias con problemas.
En muchos casos, se trata de una cuestión de "romper el ciclo de abuso", dice Alec Miller, jefe de psicología infantil y adolescente del Centro Médico Montefiore, en Nueva York: "A menudo, se pregunta a los padres si en su propia infancia, experimentaron este tipo de cosas, y muchos de ellos dicen: "Por supuesto, era frecuente en mi infancia”. Una cosa les digo a estos padres: Lo que no daña a algunos niños, puede ser devastador para otros”, concluye el especialista.
James Hmurovich, presidente de Prevent Child Abuse America, en Chicago, EU, afirma: "tenemos que hacer de éste, un problema nacional y asumir una responsabilidad personal. Cualquier persona que vea a un niño que se reprendió debe, al menos, intervenir para "interrumpir el momento, y de ser posible, llamar a la línea existente para reportar abusos infantiles” señala.