A poco más de una semana del tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, donde un joven de 19 años mató a 17 personas con un fusil semiautomático, una nueva encuesta señala que los antecedentes de trastornos mentales de un niño parecen tener poco impacto en la decisión de los padres sobre tener o no tener armas de fuego en el hogar, o si estas se guardan de manera segura.
Según el estudio, publicado en la revista Pediatrics, las armas de fuego estaban presentes en aproximadamente el 44% de los hogares estadounidenses con niños que tenían antecedentes de problemas de salud mental.
Además, los datos de la encuesta indicaron que las armas de fuego se almacenaron de acuerdo con las pautas de la Academia Americana de Pediatría (AAP) sólo en un 34.9% en los hogares donde los niños tenía factores de riesgo de autolesionarse, como depresión, otras condiciones de salud mental o trastorno por déficit de atención / hiperactividad, informaron John Scott, de la Universidad Northeastern en Boston, y sus colegas.
La AAP recomienda que "el hogar más seguro para un niño es uno sin armas de fuego", pero las directrices de la Academia también afirman que el riesgo puede reducirse sustancialmente almacenando todas las armas de fuego bloqueadas, descargadas y separadas de las municiones, además deben mantenerse bajo llave.
Riesgo de suicidio
"Una de las pruebas más evidentes es que cuando un arma está en casa aumenta el riesgo de suicidio, especialmente cuando se almacena cargada", dijo a ABC News el doctor Matthew Miller, uno de los autores del estudio y profesor de ciencias de la salud y epidemiología en la Universidad de Northwestern.
En 2015, el suicidio fue la segunda causa de muerte entre los niños de 10 a 17 años, y las armas de fuego se utilizaron en el 40% de esas muertes, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Armas en el hogar
Los investigadores analizaron los datos de una encuesta en línea representativa a nivel nacional, para evaluar propiedad, prácticas de almacenamiento y uso de armas de fuego. Casi 4,000 adultos completaron la encuesta.
En general, alrededor de un tercio de los encuestados afirmó que en su hogar había armas de fuego, independientemente de si el hogar incluía niños. Aproximadamente el 42% de los adultos que se identificaron como "cuidador o responsable de la toma de decisiones en el cuidado de la salud de un niño menor de 18 años" tenían armas de fuego en el hogar, lo cual no difería mucho si el niño tenía antecedentes de autolesión o factores de riesgo, señalaron los autores.
En un editorial que acompañó la investigación, el doctor David Grossman, del Kaiser Permanente Washington Health Research Institute en Seattle, especuló sobre las razones por las cuales los padres con niños que tienen problemas mentales podrían ser descuidados con las armas de fuego. Señaló que muchos casos de depresión adolescente no son reconocidos. Además, dijo, que los padres pueden no conocer la magnitud o minimizan el riesgo de autolesión entre los jóvenes que tienen acceso a armas de fuego.