El desarrollo del fracking o fracturación hidráulica se considera el mayor cambio en el sistema mundial de producción de energía en los últimos cincuenta años. Sin embargo, varias comunidades han prohibido este proceso debido a preocupaciones no resueltas sobre el impacto en la salud humana.
Según el primer estudio a gran escala de bebés nacidos antes y después de que comenzó la extracción de gas natural en Pensilvania, los que vivían cerca de los sitios de fracking tenían pesos de nacimiento significativamente menores y peor salud que otros bebés.
Vivir a menos de media milla de un sitio de fracturamiento hidráulico conlleva un grave riesgo para las embarazadas, según la investigación publicada en la revista Science Advances. Las mujeres que vivían a esa distancia de las operaciones de fracking en Pensilvania tenían un 25 por ciento más de probabilidades de dar a luz a bebés de bajo peso que las madres que vivían a más de dos millas de esos lugares.
Los hallazgos sugieren que los impactos del fracking en la salud de los recién nacidos "son altamente locales", escribieron los autores.
La técnica de perforación conocida como fracking, inyecta agua a alta presión mezclada con químicos en la roca subterránea para liberar gas natural.
Impacto según la distancia
Para evaluar los posibles impactos del fracking en la salud, los autores del estudio analizaron los registros de más de 1,1 millones de nacimientos en Pensilvania desde 2004 a 2013, comparando a los bebés nacidos de madres que vivían a diferentes distancias de los sitios de fracking activos y los nacidos antes y después de que se inició el fracking se inició en cada lugar.
"Me sorprendió la magnitud del impacto dentro del radio de media milla", dijo Michael Greenstone, profesor y director del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago, y uno de los tres autores del estudio.
Hay aproximadamente 4 millones de nacimientos por año en los Estados Unidos. De acuerdo con la investigación del estudio, cerca de 30,000 nacimientos están a menos de media milla de un sitio de fracking y 100,000 están a dos millas. "No creo que sea un número insustancial", agregó Greenstone.
"Este estudio se suma a la literatura científica existente que nos dice las graves consecuencias para la salud relacionadas con el fracking", señaló en un comunicado Wenonah Hauter, director ejecutivo Food and Water Watch, un grupo ambientalista sin fines de lucro.
En tanto, Reid Porter, un portavoz del American Petroleum Institute, condenó el estudio en una declaración al Washington Post, diciendo que si bien aborda un problema de salud legítimo en los Estados Unidos, "no tiene en cuenta factores importantes como la historia familiar, salud de los padres, hábitos de estilo de vida "y otros factores que conducen a bajo peso al nacer.