De acuerdo con los padres del menor, Diego Rangel y Zulem Contreras, quienes denunciaron el caso ante la Comisión Coahuilense de Conciliación y Arbitraje Médico (COCCAM), en el momento en que sucedieron los hechos, no estaba presente el pediatra o médico titular del parto por lo que los practicantes (a quienes se ha identificado como Rosales y Rojas) procedieron a efectuar el corte, provocando tres lesiones a los genitales de su bebé.
"La ginecóloga no estaba conmigo, fue una practicante la que cortó el cordón umbilical y le hizo tres incisiones, le cortaron el pellejito del pene, el niño lloró y no podían sacar la placenta", relató la afligida madre a los medios locales.
"Se acercó la pediatra (Dra. Martha Maldonado Garza) y me dijo que había sido un pequeño accidente y que todo estaba bien, que no había pasado nada. Les mandaron hablar a los asistentes y les llamó la atención enfrente de mí, yo estaba ahí acostada y les dijo que le pudieron haber cortado un dedo, la respuesta de ellos fue que el bebé se había movido", añadió en su narración.
En su declaración, Zulem Contreras dijo que dos practicantes fueron los que hicieron las incisiones, de aproximadamente un centímetro de profundidad, en el pene de su bebé e indicó que el pequeño tuvo que ser sometido a una cirugía, aunque aún no se sabe si presentará secuelas en el futuro.
Daniel Rangel, padre del niño, dijo que los médicos de la Clínica no quisieron mostrarle a su bebé, luego de que su esposa diera a luz y horas más tarde, fue notificado de que los practicantes habían cometido el error mientras atendían el parto sin supervisión.
En tanto, mediantes un comunicado, las autoridades del IMSS informaron que el nacimiento del bebé se registró el miércoles 8 de julio a las 15:12 horas y “al momento de cortar el cordón umbilical, incidentalmente se lesionó la piel del prepucio y se corrigió al realizar el procedimiento habitual de 'circuncisión' al menor, previo consentimiento de los padres".
La circuncisión es el corte del prepucio, que es la porción de la piel que cubre la punta del pene. En muchos países se hace con frecuencia antes de que el recién nacido salga del hospital. La Academia Americana de Pediatría apoya la práctica, sin llegar a recomendarla. Su posición es informar a los padres acerca de que los beneficios del procedimiento superan a los riesgos, dejando que cada familia decida si quitar o no el prepucio a sus hijos, en base a su cultura y creencias religiosas.
Asimismo, en el comunicado se refiere que el recién nacido egresó del hospital junto a su madre el pasado jueves 9 de julio a las 7:45 de la mañana, ambos en “perfectas condiciones de salud” y que el delegado estatal del IMSS, José Luis Dávila Flores, instruyó a la Coordinación de Atención y Orientación al Derechohabiente a que se mantenga comunicación con la familia del menor para atender cualquier duda existente y que se iniciará una investigación interna para confirmar que el proceso médico se haya realizado en apego a las guías de práctica clínica.
El caso, se ha vuelto viral en las redes sociales y se suma al ocurrido también en México en la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS en Ciudad Obregón, Sonora, en donde el oftalmológo Armando Cisneros extirpó por “error” un ojo a un bebé de un año (Aquí puedes leer la historia).