Muchos bebés van a nacer con el estigma de la sífilis, y de éstos, un gran porcentaje va a morir por la infección.
De los 458 bebés nacidos con sífilis en EE.UU. en 2014, 33 nacieron muertos o fallecieron poco después de nacer.
De 2012 a 2014 se produjo un aumento del 38% en los casos de sífilis congénita en el país, según el informe Morbidity and Mortality Weekly Report, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La tasa global reportada de sífilis congénita disminuyó de 10,5 a 8,4 casos por cada 100,000 nacidos vivos entre 2008 y 2012, pero aumentó a 11,6 casos por cada 100,000 nacidos vivos en 2014, la más alta tasa reportada desde 2001.
Como las tasas de nuevas infecciones de sífilis suben y bajan, las tasas de sífilis fetal y congénita marcan la tendencia, dijo Virginia Bowen, epidemióloga de los CDC y autora principal del estudio. “Si una mujer embarazada lleva la bacteria, la sífilis puede infectar al feto en gestación. Cuando eso sucede, muchas cosas pueden salir mal” agregó.
Y esas cosas son terribles para un recién nacido. "Hasta el 40% de los bebés mueren en el útero o poco después del parto" declaró Bowen. "O puede ser que tengan enfermedades graves como ceguera, sordera u otro tipo de daños".
Las claves detrás del fenómeno
No se sabe por qué la sífilis está aumentando. "La única cosa que puedo decir es que está subiendo ahora en todos los ámbitos –afirma Bowen- estamos viendo que la sífilis se incrementó en todas partes, incluso entre las mujeres, y no tenemos la respuestas de por qué".
Uno de los problemas es la falta de acceso a los servicios de salud que abren la puerta a la atención prenatal. "Si las mujeres no reciben atención prenatal adecuada, entonces no pueden ser examinadas para detectar la sífilis” afirma Bowen.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual producida por la bacteria Treponema pallidum (foto ilustrativa de los CDC)
El acceso a la atención de la salud puede ser particularmente difícil para ciertas poblaciones, cree la doctora Martha Rac, especialista en medicina materno-fetal en el Hospital Ben Taub y el Colegio Baylor de Medicina en Houston, quien no participó en el estudio.
"Las mujeres afroamericanas están más desproporcionadamente afectadas por la sífilis que cualquier otra raza" asegura. Y el 57% de los niños con sífilis congénita son hijos de mujeres afroamericanas.
En total, 19 estados reportaron un aumento en el número de casos de sífilis congénita durante 2012-2014, pero el más acentuado fue California (que subió de 35 a 99 casos; es decir de 6,9 a 20,0 casos por cada 100,000 nacidos vivos). Sin embargo, disminuyó en varios estados como Texas (de 78 a 74 casos; 20,4 a 19,1 por cada 100.000 nacidos vivos) y Ohio (de 19 a 15 casos; 13,7 a 10,8 por cada 100,000 nacidos vivos).
La sífilis es una enfermedad difícil de diagnosticar, asegura Bowen. Muchas personas se vuelven asintomáticas después de que aparecen las primeras lesiones o erupciones, pero aún pueden transmitir la infección a sus hijos no nacidos. Sin embargo, cuando la infección se detecta a tiempo, un simple plan de antibióticos, es suficiente para asegurar un bebé saludable.
Según los CDC, hay tres grandes oportunidades para prevenir la sífilis congénita: la prevención primaria de la sífilis entre las mujeres en edad de procrear y en los hombres que tienen relaciones sexuales con mujeres, y la prevención de la transmisión de madre a hijo entre las mujeres embarazadas que ya están infectadas con sífilis.
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