La familia Cooke había planificado un parto en casa, pero todo se complicó: debieron pedir una ambulancia y trasladar urgente a la madre, Nicky, al Hospital Real de Berkshire, en el Reino Unido, donde finalmente dio a luz, pero Freddy tuvo una crisis y dejó de respirar durante 20 minutos.
Los médicos anunciaron a los padres que pudieron reanimarlo, pero que se prepararan para lo peor: el bebé podría morir o de salvarse, sufriría un severo daño cerebral. Sólo quedaba una cosa por intentar: trasladar al recién nacido al John Radcliffe, en Oxford, e intentar salvarlo mediante la técnica de enfriamiento extremo, una opción desesperada que los padres aceptaron.
Puntos clave
- La técnica de hipotermia inducida salvó la vida de un bebé en Reino Unido
- En EE.UU. se utiliza también para reanimar a pacientes con paro cardiorrespiratorio
- No hay directrices oficiales sobre la práctica
La técnica se llama hipotermia inducida: se somete al bebé a un frío extremo durante 72 horas y luego se lo vuelve de a poco a la temperatura normal para comprobar sus funciones vitales.
Para los padres, no poder abrazarlo y darle calor a Freddy fue algo terrible. “Toqué su pequeña mano, la tenía tan helada. Se estremeció e hizo pequeños gemidos que me rompieron el corazón en mil pedazos. Un bebé recién nacido debe ser envuelto en mantas, pero él fue colocado desnudo, sólo con pañal en una manta de agua fría y concectado a una bomba con agua helada. Se sentía irreal, pero eso lo mantenía vivo” cuenta su padre, Daniel Cooke en cooltosavealife.com.
Fueron 72 horas de angustia, pero al volverlo a la temperatura corporal normal, médicos y padres comprobaron que no había sufrido daño cerebral alguno, y todos comenzaron a creer que estaban ante un milagro.
“Los médicos no lo podían creer. Él había dejado de respirar durante 20 minutos. Era inaudito para todos que estuviera respondiendo tan bien” recuerda Daniel.
Freddy ya camina y es un niño saludable, la historia transcurrió en 2011, pero ahora sus padres la han dado a conocer al mundo, anunciado una campaña navideña a través de cooltosavealife.com para recaudar fondos que serán destinados a la compra de equipos de enfriamiento en hospitales de Reino Unido. Creen que esa una historia con final feliz que merece ser compartida.
La técnica de enfriamiento
Los estudios demuestran que la falta de oxígeno ocurre en aproximadamente 1 de cada 1,000 nacimientos, y eso puede causar daño cerebral. Hasta hace poco, no había casi nada por hacer. Pero desde hace 6 años, una terapia ha demostrado poder ayudar a estos bebés: la hipotermia inducida. Ésta frena la inflamación cerebral que se produce como respuesta a la falta de oxígeno, causante de los daños graves.
Los bebés que necesitan refrigeración se colocan sobre una manta especial que envuelve su cuerpo con tubos interiores. El agua helada de una unidad cercana corre a través de esos tubos y mantiene todo el cuerpo en frío. El paciente está sedado y su cerebro es supervisado por un monitor de función cerebral.
"No es una bala de plata ", dijo la doctora Sandra Juul, neonatóloga en el Hospital de Niños de Seattle, que estudia cómo ayudar a los bebés con daño cerebral. Pero hemos comprobado que en realidad, los resultados pueden ser enormes".
En EE.UU. la hipotermia inducida se utiliza también para reanimar a pacientes con paro cardiorrespiratorio bajo ciertas condiciones físicas y de tiempo, pero el país no cuenta con directrices oficiales sobre la práctica. Mientras tanto, las universidades de medicina y hospitales comparten públicamente sus experiencias sobre la técnica.