La pequeña Frieda nació el 7 noviembre pasado con 28 centímetros y 460 gramos de peso. Cinco meses y medio después, con 3,5 kg y 50 centímetros, ha abandonado la clínica, donde ha permanecido todo este tiempo en un ambiente totalmente aséptico, con asistencia respiratoria y siendo alimentada por el ombligo.
"En la literatura especializada, existen prematuros más ligeros que ella al nacimiento, algunos incluso por debajo de los 300 gramos, pero no existe ninguna mención de un prematuro más joven que Frieda", dice el comunicado.
Según la clínica alemana, un bebé había nacido a las 21 semanas y 5 días en 1987 en Ottawa (Canadá), igual que Frieda.
Un médico del servicio contactado por la AFP el sábado aseguró que "no hay ningún riesgo (de secuelas) por el momento, y que (la pequeña) va a desarrollarse como cualquier otro bebé".
Frieda tenía un hermano gemelo, Kilian, que murió unos días después de su nacimiento.
Un bebé es considerado prematuro cuando nace antes de los ocho meses de embarazo.
Antes de la 22ª semana de gestación, los pediatras de neonatoligía estiman que no hay ninguna posibilidad de supervivencia, debido al insuficiente desarrollo de los pulmones, el corazón y el cerebro.
En el caso de los bebés extremadamente prematuros (menos de 32 semanas) hay riesgos de importantes secuelas psicomotrices y de retraso del habla.
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El bebé más prematuro del mundo se ha ido a casa
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