Cuando Matheryn Naovaratpong murió a causa de un cáncer incurable, sus padres pidieron que la niña sea conservada criogénicamente con la esperanza de que pueda ser salvada con los avances médicos que se estiman para el futuro.
La pequeña murió el 8 de enero de 2015, tenía 2 años y es la persona más joven en recibir este tratamiento, ya que la siguiente tiene 21. Su cuerpo está preservado en nitrógeno líquido por la compañía Alcor, en Arizona.
Brian Merchant , editor de Motherboard, relata que cuando Matheryn fue admitida en el hospital de Bangkok, los médicos detectaron un tumor de 11 centímetros en el lado izquierdo del cerebro. Le diagnosticaron ependimoblastoma, un agresivo cáncer que ataca a niños pequeños cuyo porcentaje de supervivencia no supera el 30%, y la expectativa de vida no va más allá de los 5 años.
La pequeña fue diagnosticada en abril de 2014 cuando tenía 2 años y dos meses y fue sometida a una cirugía para extirpar el tumor y disminuir la presión cerebral. Los padres recibieron la terrible noticia de que no se volvería a despertar, aunque milagrosamente, volvió en sí a la semana y continuaron con los tratamientos.
Desde entonces tuvo 12 operaciones de cerebro, 20 sesiones de quimioterapia y 20 de rayos pero nada dio resultado. Sus padres, decidieron suprimir la asistencia mecánica que la mantenía con vida: había perdido el 80% de su masa cerebral izquierda y tenía paralizado el costado derecho del cuerpo.
Sahatorn Naovaratpong y su esposa, ambos científicos, contrataron a la compañía Alcor, en Arizona, para preservar congelado el cuerpo de su hija. El proceso se inicia con la muerte del paciente, al que se coloca en una cama de hielo. Se le reinicia el corazón en forma mecánica para poder pasarle cierta medicación antes de que el cuerpo se congele por completo, y asegurar así una correcta conservación.
La tarifa exigida por Alcor por sus servicios alcanza los $1,157 dólares al año, y otros $ 330,000 dólares para congelar el cuerpo completo. La compañía tiene 134 pacientes conservados por congelamiento, y hasta el momento no han revivido a ninguno. Ellos esperan que la tecnología futura, en especial la nanotecnología molecular, pueda curar o sanar enfermedades que todavía hoy se consideran incurables.
Hay algunos famosos que se encuentran bajo una crio-preservación, como el basebalista Ted Williams y su hijo John Henry Williams. Una leyenda urbana afirmaba que el cuerpo de Walt Disney también había sido congelado, pero en realidad fue cremado y enterrado en el cementerio de Forest Lawn memorial Park, en California.