Tamara Clarke es una de las tantas madres que deseaba amamantar a su bebé exclusivamente, por lo menos hasta los tres meses de edad. Pero sus planes quedaron relegados cuando personal del hospital le suministró fórmula a su bebé, después de que perdiera el 9% de su peso en los tres primeros días de haber nacido.
Ella manifestó al programa “Good Morning América” de la cadena ABC, que después de ese hecho, el bebé experimentó la llamada “confusión del pezón” y que es una batalla dura.
Puntos clave
Como Clarke, la mayoría de las nuevas mamás tiene la esperanza de amamantar exclusivamente a sus hijos por lo menos durante los tres primeros meses, pero un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, su sigla en inglés) constató que sólo alrededor de un tercio puede cumplir este objetivo.
"Ahora tenemos la prueba para demostrar que el hecho de dar algo que no sea el pecho a un recién nacido, es el factor clave para tener éxito en la lactancia materna," dijo Emma Kwasnica, de 33 años, una activista de la lactancia materna, de Vancouver, Canadá, en el mismo programa de TV.
"Aún más abrumador es el hecho de que la alteración ocurre durante los dos primeros días de vida. Cuando el 80 por ciento de los hospitales en los Estados Unidos están dando suplementos al bebé recién nacido por un día o dos, la madre y el bebé ni siquiera tienen una oportunidad", señaló Kwasnica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF están llevando a cabo el Baby-Friendly Hospital Initiative, un programa mundial que tiene como misión estimular a los hospitales para ofrecer un nivel óptimo de cuidado para la alimentación del bebé, con información a las madres y confianza para continuar con éxito la iniciativa vital de amamantar a sus bebés.
El programa también espera poner fin a la práctica de la distribución gratuita o a bajo costo de reemplazos de la leche materna o suplementos en los pabellones de maternidad y los hospitales.
“La lactancia materna exclusiva ya ha sido puesta en peligro cuando se administran suplementos en el hospital. Sin embargo, para las mujeres que tienen dificultades, hacen falta más programas", dijo Susan Burger, presidenta de New York Lactation Consultant. "Necesitan atención personalizada y seguimiento, a fin de ayudarles a superar sus propios problemas específicos y brindarles más asesoramiento en los pocos días que están en el hospital", señaló Burger.
El cerebro de la madre que no amamanta al recién nacido interpreta que el bebé ha muerto.
Es un hecho natural donde todo el cuerpo de la madre está preparado. Las madres que dan a luz están naturalmente esperando que el recién nacido succione de su pecho. Las hormonas que se desencadenan en el parto la preparan para ello y, el no amamantar al bebé, hace que el cerebro reciba señales naturales que se asociarían con la muerte del hijo, desencadenando reacciones negativas o de pérdida.
El psicólogo Gordon Gallup presentó la investigación que avala esta afirmación, en la Convención de la Northeastern Evolutionary Psychology Society. También agregó que se encontraron más casos de depresión postparto en las madres que no amamantaban que en las que sí lo hacían, por lo que su recomendación clara es que no se favorezca el uso de biberones en las maternidades.
La Academia Americana de Pediatría y la OMS recomiendan que todas las mujeres practiquen la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida de los bebés.
Investigadores de los CDC encuestaron a 1,500 mujeres embarazadas sobre sus planes de amamantar en forma exclusiva a sus bebés después de que éstos nacieran, y las compararon con los resultados de todo el año siguiente. Y allí los científicos encontraron que el 85 % de las madres deseaban amamantar a sus hijos exclusivamente durante al menos tres meses, pero sólo alrededor del 32 % fueron capaces de hacerlo durante el tiempo previsto.
La lactancia materna es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños, informa la OMS. Combinada con la alimentación complementaria, la lactancia materna óptima previene la malnutrición y puede salvar la vida a cerca de un millón de niños.
Según la misma fuente, los menores de 6 meses alimentados exclusivamente con leche materna, no llegan al 40%.
Un apoyo adecuado a las madres y a las familias para que inicien y mantengan la lactancia materna, podría salvar la vida de muchos pequeños.