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México, con rezago en prevención de embarazo adolescente

La historia de Alondra es una más de una lista que día a día aumenta, decenas de niñas que ven truncadas su infancia a una edad cada vez más temprana. Menores que alternan su frustrada niñez con una precoz maternidad. En México, las mujeres adolescentes, de 15 a 19 años, representan 19.1% de las mujeres en edad reproductiva, según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica Demográfica (ENADID 2009).

La tendencia de embarazos en adolescentes ha ido a la alza, ya que en el 2005 la tasa era de 30 embarazos por cada 1,000 mujeres, mientras que en el 2011 pasó a 37, además, los datos indican que la primera relación sexual ocurre a los 16 años en promedio, y 61.5 por ciento de las adolescentes no se protege con algún método anticonceptivo, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012).

México, con rezago en prevención de embarazo adolescente
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • En promedio, la primera relación sexual ocurre a los 16 años.
  • Embarazos no planificados en la adolescencia van al alza.
  • Embarazos precoz ocasionaría problemas de salud a la madre.

En el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes, que se conmemora cada 26 de septiembre, Ivon Vanessa Silva, Coordinadora Nacional del Programa Gente Joven de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar A.C. (Mexfam), señaló que “es fundamental promover el uso de anticonceptivos para evitar embarazos no planificados”.

La representante de Mexfam destacó que datos del INEGI refieren que en nuestro país uno de cada seis nacimientos sucede en mujeres adolescentes de entre 15 a 19 años de edad, que en su mayoría no planearon o desearon un embarazo, situación que no sólo representa un problema de salud para ella y su bebé, sino que también tiene repercusiones económicas y sociales para la madre, ya que implica menores oportunidades educativas y de desarrollo social.

Añadió que “el embarazo en la adolescencia puede provocar problemas de salud que van del nacimiento prematuro y aborto, hasta hipertensión arterial, anemia y riesgo de mortalidad materna, resultado de la inmadurez física”.

La especialista aconsejó a todas las adolescentes que hayan decidido tener vida sexual que se acerquen a su médico ginecólogo de confianza para que las oriente sobre algún método anticonceptivo para el control de la fertilidad.

“La implicación de un embarazo no planificado, aún más para una madre adolescente significa la alteración de su vida y acortamiento de sus aspiraciones personales. Por esta razón, es indispensable hacer frente a la necesidad insatisfecha de anticoncepción como un derecho humano fundamental en los adolescentes”, concluyó.

La cifras

En México, en los últimos 6 años, la proporción de jóvenes que inició su vida sexual entre los 12 y 19 años ascendió de 17% a 23% de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012). Y aunque la mayoría de ellos aseguró conocer los métodos anticonceptivos, la misma encuesta mostró un panorama diferente, pues 33 por ciento de mujeres y el 15 por ciento de hombres, no utilizaron ninguno en su primer encuentro sexual.

El Consejo Nacional de Población (CONAPO) reconoce que si bien, las cifras muestran que el 96% de las mujeres de edad fértil conoce al menos un método anticonceptivo, aún existen factores morales, culturales y educativos, que han influido en que un amplio sector de la población femenina desestime los beneficios que ofrecen dichas opciones para prevenir embarazos no planeados.

El CONAPO estima que cuatro de cada diez adolescentes embarazadas no planean o desean el embarazo y revela que la tercera parte de las mujeres mexicanas en edad fértil son adolescentes de 15 a 19 años y jóvenes de 20 a 24 años.

Por otro lado y de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), en México la mitad de las mujeres son usuarias de algún anticonceptivo, de ellas, 48.8 por ciento recurren a la oclusión tubaria bilateral o salpingoclasia (ligamento de trompas uterinas), 14.2 por ciento a métodos hormonales y 6 de cada 10 a prácticas tradicionales (coito interrumpido y ritmo).

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