Cómo sé que mi hijo crece normalmente

Además de monitorear la salud, el examen médico es una buena oportunidad para que el profesional de la salud a cargo, pueda evaluar la velocidad de crecimiento y maduración de tu hijo o hija.

Ser el “chaparrito”, el más “bajito” del salón de clases, no es algo que se deba tomar a la ligera; contrario a lo que se piensa, no sólo depende de la genética, la mala alimentación, la inactividad física, una higiene del sueño inadecuada o un problema de la hormona de crecimiento pueden conllevar a la poca ganancia de estatura.

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La talla, aseguró el Dr. Arturo Ayala Estrada, especialista en Endocrinología Pediátrica a HolaDoctor, es un indicador muy importante de la salud de los niños, una desviación en la curva de crecimiento (el crecimiento no es el esperado para un niño/a de su edad), puede ser la primera manifestación de una condición médica a la que se llama talla baja.

"Muchas veces una simple señal como que el niño no cambie de número de zapatos o de talla de ropa acorde con la edad, deberían ser razones para acudir con el pediatra para su evaluación general", destacó el especialista.

Refirió que para saber si tu hijo/a será tan alto como esperas que sea, se usa algo que se llama talla blanco familiar (la talla potencial esperada de acuerdo a la talla de los padres) y se calcula de la siguiente manera: estatura de la madre + estatura del padre + 13 centímetros si son hombres y –13 si son mujeres. El resultado se divide entre dos y la estatura que se obtiene es la talla objetivo, es decir, la que se espera alcancen al terminar su crecimiento, dentro de un rango de +/- 4 cm.

Señaló que en los casos en que hay duda sobre la normalidad del crecimiento, otra de las guías de referencia es la maduración ósea y una radiografía de la muñeca izquierda y de los dedos puede ayudar a evaluar cuán rápida o lentamente está madurando el esqueleto de un niño, de acuerdo a la apariencia de los cartílagos de crecimiento.

El Dr. Ayala resaltó que la pubertad es un periodo crítico para el crecimiento y su ritmo dependerá de factores genéticos (talla familiar baja, normal o alta) y el ritmo de maduración (rápido, normal o lento). Destacó que la diferencia de velocidad de crecimiento sería la principal responsable del contraste de la talla entre las personas con talla familiar alta o baja.

El especialista enfatizó que durante la pubertad la altura de los niños se incrementa notablemente. En ese momento presenta un pico de aceleración máxima, también llamado estirón puberal, mismo que difiere según el género. Las niñas, por ejemplo, presentan un “estirón” de 7 a 12 cm/año y los niños de 8 a 13 cm/año. Este estirón sucede, como término medio, a los 12 años en las niñas y a los 14 años en los niños.

En el caso de las niñas, alcanzan la velocidad máxima antes de la menarquía (primer sangrado de origen menstrual) y desde ese momento, el ritmo de crecimiento comienza a disminuir. La ganancia en talla posterior a ello varía según factores genéticos, ambientales y nutricionales, estableció.

El Dr. Ayala Estrada subrayó que una alimentación equilibrada, la práctica de algún deporte y, la cantidad y calidad de las horas de sueño ayudan a "pegar el estirón". La hormona del crecimiento tiene picos de secreción nocturnos durante la fase profunda del sueño, por eso, si un niño duerme poco, no duerme profundamente o se despierta varias veces por la noche, crece menos ya que segrega menos hormona del crecimiento y durante menos horas, explicó.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, en las niñas, la primera señal de pubertad es el desarrollo de los senos, luego comienza a crecer el vello en la zona del pubis y las axilas y viene la menstruación (o período). En los niños, la pubertad comienza generalmente con el crecimiento de los testículos y el pene, luego el vello en el pubis y las axilas. Los músculos crecen, la voz se hace más gruesa y el puede aparecer el vello facial.