Los adolescentes en Estados Unidos son el grupo de conductores más riesgoso en las carreteras, estrellándose cuatro veces más a menudo que los conductores adultos. De hecho, los accidentes automovilísticos son la principal causa de muerte entre jóvenes de 16 a 20 años, con más de 5,600 adolescentes muertos en el país cada año.
Estas cifras fueron publicadas la AAA Foundation for la Traffic Safety, organización que busca identificar los problemas de seguridad vial, fomentar la investigación y difundir información sobre el tema.
El informe destacó que en comparación con los conductores de 30 a 59 años de edad, los nuevos conductores adolescentes tienen 4.5 veces más probabilidades de estar implicados en un choque, y más de tres veces más probabilidades de estar implicados en un choque letal.
¿Qué pasa en el mundo?
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud informó que los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre los adolescentes y afectan sobre todo a los varones.
En 2015, los accidentes de tránsito fueron la principal causa de muerte entre los adolescentes de 10 a 19 años, con cerca de 115,000 fallecimientos. Los chicos de 15 a 19 años son el subgrupo más afectado. La mayoría de los jóvenes que fallecen en accidentes de tránsito son usuarios vulnerables de la vía pública como peatones, ciclistas o motociclistas.
¿Y en América latina?
Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte entre los jóvenes latinoamericanos entre 15 y 30 años y la tercera de los fallecimientos en las otras franjas de edad, según un estudio que realizó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Carros inseguros, poca infraestructura vial, falta de rigor a la hora de enseñar a conducir y entregar licencias de tránsito, sanciones blandas a la hora de impartir la ley a los conductores infractores y el alcohol, son las causas principales para que muchos jóvenes latinoamericanos sufran las consecuencias de un accidente de tránsito.
Mayores riesgos
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) mencionan distintos factores que significan peligros para los adolescentes al volante:
1. Falta de experiencia del conductor: La mayoría de los accidentes ocurren durante el primer año en que el adolescente obtiene la licencia. Es importante que los jóvenes cumplan con un mínimo de 30 a 50 horas de práctica supervisada, en un período de por lo menos seis meses.
2. Manejar con pasajeros adolescentes: Los riesgos de accidentes automovilísticos aumentan cuando los adolescentes que conducen, llevan a otros adolescentes en el auto. Es importante cumplir con las leyes de manejo para adolescentes de cada estado y las restricciones con respecto a los pasajeros. Si el estado no tiene este tipo de normas, los padres deben limitar la cifra de adolescentes que su hijo puede llevar en el auto.
3. Manejar durante la noche: A cualquier edad, los accidentes automovilísticos mortales tienen más probabilidad de ocurrir por la noche; pero el riesgo es más alto para los adolescentes. Es necesario asegurarse que los adolescentes adolescente no manejen después de las 9 /10 de la noche, por al menos los primeros seis meses después de obtener su licencia de manejo.
4. No usar el cinturón de seguridad: La manera más sencilla de prevenir las muertes por accidentes automovilísticos es poniéndose el cinturón de seguridad. Los adolescente deben usarlo cada vez que esté en el auto. El uso del cinturón de seguridad puede reducir a la mitad, el riesgo de muerte o sufrir una lesión grave en un accidente automovilístico.
5. Manejar con distracciones: Las distracciones aumentan el riesgo de un adolescente de tener un accidente automovilístico. No se debe permitir que realicen actividades que pueden distraerlo al manejar, como hablar por el celular, enviar mensajes de texto, comer o entretenerse con la radio.
6. Manejar de manera irresponsable: Las investigaciones muestran que los adolescentes carecen de experiencia, discernimiento o de madurez para evaluar las situaciones de riesgo. Una de las conductas más recurrente es el exceso de velocidad. Los adolescentes deben obedecer los límites de velocidad y saber cambiar la velocidad, según las condiciones del camino.
La AAA señala que los padres pueden ayudar a revertir esta tendencia al implicarse más y hablar con sus hijos adolescentes sobre las conductas riesgosas de conducción.