En estos días la sonrisa de Tom Cruise se ve afeada por la visible falta de un diente. Pero este detalle antiestético no es real, sino que fue simulado para la filmación de “Mena”, que se está llevando a cabo en un suburbio de Atlanta. Cruise encarna a Adler Berriman Seal, más conocido como Barry Seal, un ex piloto comercial que devino en traficante de armas y drogas, y la película será estrenada en enero de 2017.
El actor de 52 años, quien sufrió la estridencia de los tiros durante la filmación en Georgia y le afectó un poco los tímpanos, apareció con raspones en la mejilla izquierda y un diente de menos. Pero estas marcas no eran reales sino que fueron mérito de su equipo de maquilladores.
En lo que Cruise no quiso ceder fue en el tema del peso: el personaje real pesaba 300 libras (135 kg), pero el protagonista de "Misión Imposible" se negó rotundamente a llenarse de hamburguesas hasta lograr verse idéntico al personaje que encarna.
La historia real de Seal (foto abajo) es verdaderamente cinematográfica: fue un importante narcotraficante y al ser apresado acordó con la CIA convertirse en agente del gobierno, a cambio de su libertad. Así ayudó a encarcelar a varios integrantes del cartel colombiano de Medellín, quienes tomaron venganza y terminaron matándolo en Baton Rouge, Luisiana, en 1986.
¿Cómo se repone un diente faltante?
Cuando una sonrisa se ve afectada, tal como le ocurre al personaje de Cruise, se puede pedir ayuda al odontólogo. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. informa que hay grandes avances en materiales y técnicas que permiten tener dientes casi tan resistentes como los originales.
Cuando faltan algunas piezas, una forma efectiva de reemplazarlos es mediante implantes, que están diseñados para disimularse entre los otros dientes. Son una excelente opción a largo plazo, que se realizan de titanio y otros materiales compatibles con el cuerpo humano. Consisten en tornillos que se colocan quirúrgicamente en el maxilar superior o inferior, donde funcionan como un ancla firme para los dientes de reemplazo. La mayoría de los pacientes encuentran que un implante dental es seguro, estable y un buen reemplazo para su propio diente.
En general, hay tres fases para conseguir un implante:
- Primero, el dentista coloca quirúrgicamente el implante en el hueso de la mandíbula.
- Luego se espera que el hueso se cure alrededor del implante, en un proceso llamado osteointegración. Lo que hace a un implante tan fuerte es el hueso que crece alrededor de él y lo mantiene en su lugar. Osteointegración significa "se combina con el hueso", y lleva su tiempo.
- Por último se coloca el diente artificial, que respeta el tamaño, la forma y el color de los dientes originales.
Las enfermedades crónicas como la diabetes o la leucemia, pueden interferir con la curación después de la cirugía. Por eso los pacientes con estos problemas no son buenos candidatos para los implantes. El uso del tabaco también está contraindicado ya que puede retardar el proceso de curación.