¿Hay algo que odie en la vida la actriz Salma Hayek? Al parecer sí, y se trata de las cirugías estéticas. La mexicana de 47 años asegura que no recurrirá a este tipo de procedimientos para conservarse más joven.
Puntos clave
- La actriz habló sobre estos procedimientos.
- La mexicana descarta recurrir a estas prácticas.
- Estudios revelan que las cirugías estéticas no siempre son sinónimo de belleza.
Aunque los tratamientos y operaciones estéticas tienen cada vez más clientela entre las luminarias de Hollywood, Hayek trata de mantenerse al margen de este tipo de arreglos, según declaró a la revista NewBeauty, de la cual es la portada de la edición Primavera/Verano 2014.
“Nunca me hecho algo solo porque esté de moda o es la siguiente ‘gran maravilla’. Trato de alejarme de cosas agresivas, nunca me he hecho un peeling o una microdermoabrasión”, afirmó.
Parte de la manera de pensar de Salma en torno a la belleza se centra en que los cambios suelen ser una constante, sobre todo, si hablamos de piel, cabello y en el humor.
“No te frustres con eso. Escúchalo, cuando no sea lo que quieres, prepárate para que eso suceda y no hagas algo demasiado drástico. Mucha gente toma decisiones de belleza en medio del pánico”.
La actriz que apareció en la película “Frida” compartió que esta filosofía la aprendió de su abuelo, quien fue quien le compartió varios secretos de belleza.
Y es que una de las ideas que muchas personas tienen en común se asocia a que las cirugías estéticas son sinónimos de belleza y más atractivo. No obstante, algunos investigadores en la materia no comparten esta opinión.
Y para muestra, el doctor Joshua Zimm, del hospital de Lenox Hill y del Instituto de Ojos, Oído y garganta de Manhattan, Sistema de Salud de North Shore-LIj, Nueva York, se dio a la tarea de demostrar que las personas que recurren a estas prácticas se suelen ver más jóvenes, pero no más atractivas.
Esto se concluyó después de analizar imágenes de 49 pacientes que accedieron a este tipo de cirugías. El equipo que trabajó en el proyecto encontró que las personas lucían, en promedio, 5,2 años más jóvenes después de haber entrado al quirófano, pero al momento de opinar si se veían más bellos, prefirieron omitir su opinión.
De acuerdo con Zimm, “esto confirma lo que sospechábamos: que los pacientes parecen más jóvenes. Aún así, no pudimos determinar una diferencia estadísticamente significativa en el atractivo con las cirugías faciales”.
Y aunque representan un alto costo, muchas personas no escatiman a la hora de desembolsar miles de dólares para hacerse un “arreglito”. La Sociedad Estadounidense de Cirugía plástica Estética calcula que un lifting facial puede costar los 7.000 dólares, mientras que una cirugía de párpados y frente pueden llegar a costar 3.000 dólares cada una.
Algunas de las partes que más personas quieren corregir se encuentran los senos, las orejas, los ojos, cara, pelo, nariz y el abdomen, según la Biblioteca Nacional de Medicina.